Mark Adams, vicepresidente de Opel responsable de Diseño de la marca, adelantó el mes pasado en Rüsselsheim a la prensa internacional que él y su equipo estaban desarrollando un prototipo con el que la compañía quiere demostrar que ha entrado en una nueva etapa, ahora con PSA. Se trata, dijo, de redefinir lo alemán con una "democratización de la ingeniería", que en el país de Angela Merkel se está notando ya y no solo en el sector del automóvil. Entonces sugirió que podría tener similitudes con el futurista modelo GT que Opel presentó en el Salón de Ginebra de 2016. La marca desvela ahora una escueta imagen que sí, tiene algo del GT y muestra la silueta de unos led diurnos y el logotipo de Opel en el centro. Y poco más.

Antes de que concluya este año la firma presentará el nuevo coche de concepto, anuncia ahora la filial de PSA en una nota de prensa, y para hacerlo deberá convocar un evento específico porque la marca no estará en el Salón de París.

El futuro de Opel, afirma la compañía, pasa por la defensa de tres valores vinculados a su ADN: la marca es "alemana, cercana y emocionante". "En los últimos meses los equipos de Diseño, Marketing e Ingeniería han encontrado respuestas a las preguntas sobre cómo canalizar nuestros valores en el diseño y la tecnología de nuestros coches para estar más cerca de los clientes", señala la firma en el comunicado. El equipo de Mark Adams, añade, ha revisado la filosofía de diseño de la marca para saber cómo crear los "futuros ‘best-sellers’" desde Rüsselsheim.

Clave en este nuevo camino que emprende Opel es cómo definir ahora lo que es alemán, apostando por ir más allá de los tradicionales valores germanos. "Por supuesto la excelencia en ingeniería, la innovación técnica y la calidad destacada siguen siendo importantes para nosotros", afirma Adams. "Sin embargo, lo alemán moderno es mucho más que eso", agrega el diseñador, de nacionalidad británica. "Estamos abiertos al mundo, con mentalidad abierta y verdaderamente interesados en la gente", señala antes de recalcar la palabra alemana que define esto: ‘menschlich’ (humano). "Nuestros clientes, independientemente de donde sean o donde vivan, deben ser nuestra guía y la brújula que nos indique a donde ir", concluye.

Michael Lohscheller, el consejero delegado de Opel, sitúa la renovada apuesta de diseño de la compañía en el marco del plan de reestructuración PACE!, orquestado por la compañía con su matriz, PSA, para que la marca del rayo pueda abandonar por fin los números rojos en 2020. "Además de incrementar la rentabilidad y la eficiencia, el plan PACE! incluye el fortalecimiento de la marca Opel", apunta. Es por ello, precisa, que encargó a su equipo de Diseño el desarrollo de un prototipo que simbolice esta nueva orientación. Y en ello está.