El precio del carburante es el más alto de los últimos tres veranos. En concreto, la gasolina es un 12,84% más cara que en 2017 y el gasóleo, un 17,52% con respecto al año pasado.

Llevado al terreno de los precios, el de la gasolina asciende a 1,318 euros por cada litro repostado y el gasóleo de automoción se encuentra en 1,221 euros el litro, según ha dado a conocer esta mañana el Boletín Petrolero de la Unión Europea.

A lo largo de todo el año, el valor de los carburantes se ha encarecido considerablemente. La gasolina un 6,12% y el gasóleo un 6,54%.

Este alza en los precios afecta especialmente al sector del turismo, al transporte por carretera y a los autónomos. Las propias aerolíneas se han planteado empezar a cobrar más por los billetes. Por otro lado, son muchos los sectores que utilizan algún servicio de transporte por carretera y se ven afectados por el aumento de los costes.

Bajadas en las últimas semanas

Sin embargo, el precio de ambos combustibles lleva descendiendo cuatro semanas de manera consecutiva, aunque de manera poco significativa en comparación con el ascenso de coste que ha sufrido. En el caso de la gasolina, la caída ha sido del 0,08% y un 0,16% el gasóleo de automoción, que acumulan a las bajadas del 1,42% y del 1,69%, respectivamente en el último mes.

No obstante, los precios están aún lejos de los máximos registrados en septiembre de 2012: un 13,40% por debajo la gasolina, y un 15,50%, el gasóleo.