Verallia celebra los 50 años de su planta de Cuarte

La compañía, líder europeo en la producción de envases de vidrio para alimentación y bebidas, conmemora su medio siglo de historia con un horno renovado en el que ha invertido 21,5 millones de euros.

La consejera de Economía, con los directivos de Verallia, durante la celebración del 50 aniversario de la planta de Zaragoza
La consejera de Economía, con los directivos de Verallia, durante la celebración del 50 aniversario de la planta de Zaragoza
Aránzazu Navarro

La planta camaleón, como llama el grupo Verallia a su factoría de Zaragoza por su versatilidad y flexibilidad, "ya está lista para otros 50 años más”. Lo repitió este viernes el director general de la planta de Zaragoza, Eulogio López, el presidente y director general de Verallia, Michel Giannuzi, y el director general de Verallia España y Portugal, Paulo Pinto, durante la conmemoración de su medio siglo de historia, un acto al que asistieron más de 200 personas, entre clientes, socios y autoridades, y que la compañía aprovechó para inaugurar oficialmente su nuevo horno dedicado principalmente a la fabricación de vidrio para cerveza.

Las nuevas instalaciones, que se han realizado en 70 días y en las que se han invertido 21,5 millones de euros, han convertido a la fábrica aragonesa “en una planta moderna y competitiva” que puede producir “a partir de ahora” 1,5 millones de envases cada día, o lo que es lo mismo, más de 190.000 toneladas de vidrio fundido. A ello contribuirá una nueva línea -con la que ya disponen de cinco- que optimiza el proceso de fabricación ya que permite producir 550 botellas por minutos, esto es, 800.000 diarias, “solo en esta nueva línea dotada con la más moderna tecnología”, explicó López.

“Es un honor estar aquí”, aseguró el presidente de la compañía, que destacó la importancia de la inversión realizada y recordó que si Verallia está en Zaragoza es “por el dinámico y competitivo sector de bebidas y alimentación, por la pasión de nuestros equipos y su sentido de responsabilidad, por la confianza de nuestros clientes que cada vez envasan más en vidrio y por el apoyo de las instituciones”. Giannuzzi destacó que la planta zaragozana celebra su 50 aniversario mirando al futuro, un futuro que la compañía que preside, aseguró el directivo, se compromete a mantener en las instalaciones de la carretera de Valencia.

Con el mismo orgullo se mostró el director general de Verallia España y Portugal, que también manifestó su agradecimiento a los más de 1.500 trabajadores que han pasado por la planta Zaragozana desde que en 1968 unos empresarios aragoneses decidieron poner en marcha una fábrica de producción de envases de vidrio, la que fuera conocida como Vicasa, ahora en el grupo Verallia, y que emplea a unos 180 trabajadores. A todos ellos, Pinto agradeció “su compromiso, su superación diaria y la búsqueda de la excelencia, para mantener estándares de seguridad, calidad y satisfacción al cliente”.

En el acto participó además la consejera de Economía, Marta Gastón, que estuvo acompañada por el director general de Industria, Jesús Sánchez, y el director gerente del IAF, Ramón Tejedor. "Este es el arranque hacia un futuro prometedor de la mano de la innovación y la internacionalización”, auguró Gastón antes de descubir una placa conmemorativa y cortar la cinta que hizo oficial la inauguración del nuevo horno. La consejera subrayó además la especial importancia de la competitividad de Verallia, “ligada a la competitividad de productos autóctonos del sector agroalimentario, uno de los sectores estratégicos para el Gobierno de Aragón".

Magia y concurso

Rodeados de la características botellas azules que solo se fabrican en la planta de Verallia en Zaragoza, el acto, que incluyó una visita a la fábrica para conocer el proceso productivo y las inversiones realizadas, tuvo mucho de magia. Para (grata) sorpresa de muchos -no estaba en el guión entregado a la entrada- sobre el escenario en el que se realizaron los discursos apareció el mago español más elogiado últimamente, Jorge Blass, que sorprendió a los asistentes, a los que hizo participar, con dos trucos “increíbles”, como se escuchó decir al público.

Hubo también un premio. Fue para Antoni Aparici, uno de los tres finalistas a los que la votación de los asistentes a la conmemoración, le convirtió en ganador del concurso convocado por Verallia para estudiantes de diseño que tenían que presentar una botella que pudiera ser producida de forma industrial para contener bebidas espirituosas. Aparici se hizo con los 1.500 euros del galardón por un elegante envase con tapón de madera inspirado en el monte Fuji para contener el apreciado whiski japonés.

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