Diez años después de la Expo, poco queda del compromiso que asumieron Administración y agentes sociales de reeditar el acuerdo laboral que se había alcanzado en 2006 para evitar accidentes durante la construcción de la Exposición internacional de Zaragoza. En la post Expo, muchos de los recursos para prevención que hubo unos años antes se evaporaron con la crisis, y esa gestión, modélica, quedó en los anales de la historia de la ciudad.

Hoy, cuando se celebra el décimo aniversario de la Expo, Manuel Pina, secretario general de CC. OO. Aragón, recuerda que en los años siguientes a la Expo, "el acuerdo laboral empleado en el recinto quisimos extrapolarlo a Plaza, Puerto Venecia, Suelo y Vivienda de Aragón, pero llegó la crisis y todos esos planes se nos cayeron. En Expo teníamos a muchos delegados del sector de la construcción, del Metal y de Servicios controlando la implantación de las medidas de prevención y haciendo el seguimiento de todo, pero la Expo ponía la mayor parte de recursos económicos necesarios para hacerlo. Las empresas valoraban mucho que tuvieras a alguien sobre el terreno vigilando la prevención y no solo sancionando. El modelo funcionó y dio buenos resultados, pero no hemos podido recuperar este tipo de acuerdos".

Más de 8 millones y medio de horas de trabajo empleadas a lo largo de los 29 meses de construcción en la Exposición Internacional de Zaragoza se saldaron con dos víctimas mortales: una el 11 de julio de 2006, al quedar atrapado un trabajador en una hormigonera, y otra en 2008, al caerse un obrero desde un quinto piso de un edificio en construcción en la Villa Expo (ya con la Expo en marcha hubo un tercer accidente mortal en el que falleció un técnico de sonido al caerse desde 13 metros en el Palacio de Congresos). Y sin embargo, solo en el primer trimestre de este año los accidentes laborales registran en Aragón 11 víctimas mortales, un 22,2% más que  en el mismo periodo del año anterior. 

"Pudimos resolver muchos problemas sobre el terreno. Había un control y seguimiento constante en unas obras de una complejidad muy grande porque había trabajadores de todas partes del mundo. En la cabalgata del Circo del Sol, que reunía a artistas de todas partes del mundo y cada uno con unas condiciones, pudimos imponer cierta racionalidad". Por tanto, indica Pina, si entonces, en un marco tan difícil, se pudo hacer, hoy también debería ser posible.

Sin embargo, aunque la Expo debería haber marcado un "antes y un después" en prevención, la realidad da una imagen bien distinta, ya que la subcontratación, que fue entonces responsable en la mayoría de los accidentes registrados, ha seguido creciendo, por no mencionar también la eventualidad en el trabajo y los contratos de horas y semanas. Precisamente es la regulación de la subcontratación uno de los aspectos clave en el que están trabajando los sindicatos en el marco del diálogo social con el Gobierno de Sánchez para introducir modificaciones en la reforma laboral en vigor.

Para José de las Morenas, responsable de Política Industrial y Salud Laboral de UGT, "sería bueno reeditar el acuerdo de condiciones laborales de la Expo en grandes obras que se vayan a realizar en Aragón". Aunque está convencido de que es difícil que se repitan contextos como el de la Expo, que llegó a reunir hasta 8.000 trabajadores en el meandro de Ranillas, sí considera que deberían tomarse más medidas para frenar una siniestralidad que se está disparando.

"En el primer trimestre Aragón lleva 11 accidentes mortales en el trabajo, el 20% más que hace un año. Esto hay que frenarlo", advierte. Además, pide que se cree ya la figura del delegado territorial "porque tenemos mucha pyme y micropyme a la que los sindicatos no podemos llegar" para poder cubrir todos los escenarios de trabajo. "Ese es un debe que tiene la Administración y que ni siquiera recoge la Estrategia aragonesa de Seguridad y Salud Laboral'.

De las Morenas recuerda que durante la construcción de la Expo, "se logró anteponer la seguridad a la producción y eso evitó muchos accidentes". También, explica, "el que primara el convenio del sector de referencia en España y no el de sus países, porque por ejemplo, en el caso de los trabajadores portugueses tuvo una enorme importancia y en el de los chinos que estaban levantando el pabellón de su país en unas condiciones que dejaban mucho que desear". Para este sindicalista, habría que recuperar esa filosofía de trabajo y la mayor implicación tanto de la Administración como de las empresas para hacer de la prevención una inversión constante. "Las compañías no deberían externalizar el servicio de prevención sino actuar internamente para gestionarla mejor y conseguir el ambicioso reto de la siniestralidad cero".