Su billete de avión para este verano le puede salir más caro de lo previsto

Las compañías están aplicando recargos por la subida del petróleo.

Un avión de Volotea antes de despegar desde el aeropuerto de Zaragoza.
Un avión de Volotea antes de despegar desde el aeropuerto de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Si usted tiene pensado volar este verano y todavía no ha comprado su billete, el viaje le puede salir un poco más caro de lo que pensaba. La culpa la tiene la subida del petróleo o, mejor dicho, el recargo que las aerolíneas ya han empezado a aplicar por este motivo. Esta situación, que no es nueva y que se repite periódicamente, no solo afectará en los próximos meses a los particulares, sino que también las agencias de viajes se enfrentan a un roto en sus cuentas.

La razón, según explica Jorge Moncada, propietario de Viajes Área, en Zaragoza, y presidente de la Asociación de Agencias de Viajes en Aragón, es que algunas de estas empresas optan por asumir el recargo aplicado en los paquetes con vuelos internacionales que gestionan.

"Una agencia pequeña tiene que mimar al cliente, que no entiende que cierre un viaje a un precio y luego se lo suban. Yo lo he asumido porque no tienen la culpa, aunque nosotros tampoco", afirma Moncada, y añade: "No es lo mismo que un touroperador lo tenga que comunicar a una agencia a que yo me tenga que enfrentar con decenas de clientes".

Explica que esta situación afecta sobre todo a los grupos que hacen reservas conjuntas y a quienes adquieran paquetes como los que se ofrecen este verano desde Zaragoza a Croacia, Rusia, Grecia, Noruega, Rumanía, o los países bálticos.

En el caso de su agencia, le supondrá asumir unos 2.000 euros por los dos grupos, con 50 plazas cada uno, que tiene contratados para viajar desde la capital aragonesa a Croacia y Rusia. En el primero de ellos, tendrá que sufragar 15 euros por plaza y en el segundo, la factura extra se elevará entre 17 y 19 euros por persona.

El presidente de las agencias aragonesas recuerda que le pasaron la factura hace aproximadamente un mes, aunque el primero en hacer pública su decisión de subir las tarifas hace solo unos días ha sido Air Europa, que este verano vuela desde Zaragoza a Palma de Mallorca, Ibiza y Lanzarote.

Según anunció, aplicará recargos a los viajes ya contratados a través del touroperador Travelplan y previstos entre el 15 de junio y el 31 de octubre. Afectarán, según la compañía, a todas las reservas (individuales y grupos) realizadas antes del día 19 de mayo que no hayan sido emitidas, es decir, pendientes de pago y de la emisión del billete por correo electrónico. Las que fueron hechas a partir del 20 de mayo ya incluyen directamente el incremento en la tarifa en el precio final que se le pasa al cliente. El aumento de precios llega a alcanzar los 40 euros por persona en el caso de rutas con países americanos.

Ryanair también ha anunciado que los precios bajos que la hicieron popular ya no lo serán tanto. Esta aerolínea opera desde el aeropuerto de la capital aragonesa vuelos a París-Beauvais, Bruselas-Charleroi, Milán-Bérgamo, Londres-Stansted, Lanzarote y Palma de Mallorca.

Los que no pasen por la agencia y compren sus billetes por internet también pueden encontrarse ahora con precios más altos que hace solo unas semanas para viajar a destinos tan solicitados como las Islas Baleares o las Canarias, advierte Moncada. Y no solo eso: recuerda que en subidas anteriores por el mismo motivo, los pasajeros que volaban desde aeropuertos donde las compañías tienen oficinas, como el de Madrid o el de Barcelona, se daba el caso de que se les podía exigir un suplemento por el combustible cuando acudían a facturar, por ejemplo. En el caso de Zaragoza, donde las aerolíneas no tienen un espacio físico, no descarta que Ryanair pudiera cobrarlo al acudir al mostrador con sus maletas, por ejemplo.

"Es un cachondeo, los consumidores están vendidos"

Para Jorge Moncada las subidas en los billetes atribuidas al alza en el precio de los carburantes son "un poco cachondeo" porque no todas las compañías aplican el mismo incremento por similar distancia y, además, "el petróleo que consumen ahora puede estar comprado hace dos o tres años".

"El consumidor está desprotegido, Consumo o Competencia tendrían que investigarlo porque actúan contra las operadoras, pero no se atreven con las aerolíneas", asegura este profesional del sector turístico.

Con él coincide el secretario general de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Ángel Oliván, que reconoce que los viajeros están "vendidos" en estos casos y que en realidad la repercusión del alza del petróleo en los mercados "no justifica" su repercusión inmediata en los precios de los pasajes. Recuerda que, igual que ocurre con la gasolina, desde que la cotización sube en Bolsa pasan meses hasta que el producto se consume, mientras que cuando baja en los parqués no se traduce rápidamente en una caída del precio final.

"Es una vieja pelea por conseguir que la fijación de precios sea transparente y tenga un control", señala Oliván, al tiempo que admite que en muchos casos al comprar un billete de avión ya se especifica que podría subir por incrementos en las tasas aeroportuarias o en el combustible.

Aunque admite que en la UCA no tenían noticias de esta nueva oleada de subidas, asegura que las quejas y consultas por las condiciones de vuelos son habituales siempre que se acerca la temporada estival. "Cuando nos llaman para preguntar por modificaciones en los precios les decimos que tienen derecho a rescindir el contrato sin penalización, pero no podemos hacer más", lamenta José Ángel Oliván.

El pasado mes de marzo, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció una mayor rebaja de la ya prevista en las tasas aeroportuarias que pagan las compañías. Será del 12% para 2019, el triple de lo previsto, mientras que caerán un 3% en 2018 y el 5% en 2020, según lo previsto. Las bajadas deberían suponer un abaratamiento de los billetes, pero el Gobierno aprovechó el anunció para criticar que no haya ocurrido así en los años anteriores y volvió a pedir que trasladaran a los pasajeros esa bajada del 12%. Uno de los argumentos de las compañías para no repercutirla fue, precisamente, la subida del combustible.

En 2017, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de los billetes de avión subió un 3,4%, que es la media entre el encarecimiento del 5,2% que registraron los vuelos internacionales y la bajada del 2,1% para moverse entre aeropuertos españoles.

En todo caso, el incremento de rutas desde Zaragoza permite en ocasiones a los aficionados a viajar ahorrarse un dinero, como a los que aprovecharon la oferta que lanzó en enero Ryanair para volar a Lanzarote este verano por 28,40 euros sacando los billetes antes del 8 de abril. Este viernes todavía quedan plazas para el primer viaje, que saldrá el próximo martes, por 51 euros. Para el siguiente martes, día 12, el precio baja a 44 euros. Y el 19 de junio sale por solo 11, que con la vuelta una semana después se queda en 40 euros.

Los rezagados a la hora de buscar destino todavía tienen buenas oportunidades, como viajar a Ibiza del 9 al 16 de julio por 28 euros con Vueling, que también conecta este verano con Palma.

Más caro saldrá asistir a la fiesta de la cerveza en Múnich, ya que el vuelo de Volotea que saldrá de Zaragoza el 20 de septiembre con regreso el 24 cuesta en estos momentos 547 euros, aunque a finales de abril llegó a dispararse hasta los 886 y hace dos semanas se podía comprar por 573, con lo que los que tengan paciencia quizás puedan ahorrarse unos euros.

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