Caja Rural de Teruel consigue beneficios pese a la morosidad y la pérdida de población

El presidente, Jerónimo Carceller, es renovado en el cargo en una asamblea en la que estuvo representado el 50% del capital.

Caja Rural de Teruel cerró 2017 con un beneficio neto de 466.000 euros, una cifra muy similar a la del año anterior, que se situó en 1.127.000 euros. La alta morosidad, el elevado volumen de adjudicados y la fuerte caída de los márgenes financieros son, para los responsables de la entidad, que este martes celebraron con sus socios la Asamblea General Ordinaria relativa al ejercicio pasado, los factores que han condicionado este balance.

A este complejo panorama se suma la pérdida de población de la provincia –10.000 habitantes en los últimos 25 años–, el cierre de muchas empresas, la escasez de negocios bien capitalizados y un envejecimiento poblacional preocupante. Por ello, el director de Caja Rural de Teruel, José Antonio Pérez Cebrián, se mostró muy satisfecho con los resultados, al haber podido mantener el margen bruto de ingresos por encima de los 40 millones de euros, como en 2016. De ellos, 16 millones se han destinado a gastos de explotación y 23, a saneamientos por activos dañados, lo que da idea del elevado índice de morosidad que, no obstante, ha bajado del 19,98% en 2016, al 18,14% en 2017.

"Conseguir beneficios ha sido una tarea hercúlea", dijo Pérez Cebrián, quien consideró que "lo peor de la crisis ha pasado ya con el fin de 2017" y vaticinó que ahora "vienen tres años buenos". Otro dato positivo es el crecimiento de los créditos en un 3,17% y de los depósitos en un 11,50%, al pasar de algo más de 1.271 millones de euros en 2016 a más de 1.385 millones de euros en 2017, lo que demuestra que la Caja Rural no ha perdido su confianza entre los ahorradores turolenses.

Pérez Cebrián destacó la "lucha" de Caja Rural de Teruel contra la desbancarización del medio rural, manteniendo oficinas en pueblos de apenas 200 vecinos.

El presidente de la entidad, Jerónimo Carceller, renovado por unanimidad en el cargo en el transcurso de la Asamblea –hubo una representación del 12% de los socios y del 50% del capital–, destacó que Caja Rural ha logrado mantener su cuota de mercado en Teruel, con un 38% de las oficinas bancarias, un 38% de los créditos y el 27% de los depósitos, lo que supone un tercio del negocio en la provincia.

Caja Rural de Teruel presumió de llevar 26 años dando beneficios sin haber despedido empleados ni cerrado oficinas. La entidad acaba de integrarse con 29 cajas en el MIP (Mecanismo Institucional de Protección?), que aporta seguridad sin restar independencia.

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