Panishop, la conocida marca del grupo empresarial Rébola cuya tradición panadera se remonta a 1902, contará a finales de año con cinco nuevas tiendas, que se sumarán a los 38 establecimientos que ya tiene la compañía especialmente en Aragón, pero también en Madrid y Cataluña. Dos de ellas ya están en funcionamiento en la capital aragonesa y la previsión es poner en marcha las tres restantes a lo largo de este ejercicio. Con ello, y con el centro de formación con el que cuenta la firma y en el que colabora con Cruz Roja para la formación e incorporación de personas en riesgo de exclusión, su plantilla, actualmente compuesta por 240 trabajadores directos –que se elevan a 360 sumando sus franquicias–, con otro centenar de puestos de trabajo. De ellos, 25 empleados se han incorporado a las dos nuevas tiendas ya en funcionamientos, otros 30 se integrarán en el grupo desde el centro de formación, y el resto serán trabajadores de las otros tres nuevos establecimientos.

Estos son los planes de expansión que los responsables de este grupo empresarial, los hermanos Rébola, trasladaron este miércoles al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, quien, acompañado del consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, visitó las instalaciones de la empresa, en las que se han invertido más de un millón de euros. Un desembolso que ha tenido como destino la modernización de las instalaciones, tanto para ampliar la capacidad de producción de sus panes especiales, elaboradas con masa madre de cultivo y que ya representan el 28% del total de su producción, como para adaptar las tecnologías, las infraestructuras y los procesos productivos a las más exigentes normas de calidad de la industria alimentaria, explicó su director general, Antonio Rébola.

I+D+i pionera

A su constante crecimiento y su inversión, Panishop, que el pasado año facturó 26,2 millones de euros, suma una decidida apuesta por la innovación. "Actualmente trabajamos en dos proyectos muy importantes relacionados con los que Panishop pretende convertirse en una referencia europea en alimentación sana", señaló Rébola. Se refería así a Pansalud, una investigación que se centra en la elaboración de panes mediante utilización de masas madres de cultivo y harinas provenientes de cereales ancestrales para obtener panes tanto en formato hogaza como molde, que sean organolépticamente óptimos y con más propiedades saludables que los panes que se consumen habitualmente. También en curso se encuentra el proyecto Biotagu, que tiene como objetivo principal el estudio de cómo ciertos alimentos e ingredientes pueden modificar, en sentido positivo, la flora intestinal.

Para apoyar esta investigación, el presidente aragonés ofreció "toda la colaboración que los diferentes organismos de varios departamentos pueden poner a disposición del mundo productivo a través de la transferencia de conocimiento" y recordó que tanto la agroalimentación como la innovación e investigación "son sectores estratégicos por los que su gabinete ha apostado desde el primer día".

Lambán, que alabó el empuje y el talento empresarial de los hermanos Rébola, que además, señaló el presidente, "representan a la mejor tradición de emprendedores, los que aportan valor añadido a sus productos e incluso hacen una apuesta por productos únicos y de calidad". Unos productos que el presidente pudo degustar y entre los que se encontraba un nuevo pan desarrollado junto con Arento y elaborado con trigo duro (un cereal destinado a sémolas y pasta) que se estará a disposición de los consumidores en 15 días.