Bodega Pirineos apuesta por la innovación para crecer

La firma del Somontano, integrada en el grupo andaluz Barbadillo, brinda en el Palacio de la Aljafería por sus 25 años de historia.

El enólogo de Bodega Pirineos, Jesús Astrain, recibe un premio por su trayctoria enológica durante la celebración del 25 aniversario de la firma del Somontano
El enólogo de Bodega Pirineos, Jesús Astrain, recibe un premio por su trayctoria enológica durante la celebración del 25 aniversario de la firma del Somontano
Guillermo Mestre

Ha pasado ya un cuarto de siglo desde que un grupo de entusiastas viticultores oscenses, ayudados por los agentes empresariales y de la mano del Gobierno aragonés, pusieron en marcha el germen de los que después sería la Denominación de Origen Somontano. Nacía así, en 1993 Bodega Pirineos, que ya entonces arrancaba con la tradición y la experiencia de unos agricultores que llevaban mimando el viñedo durante más de 25 años.

Por esa larga historia, los responsables de la bodega, -que desde 2007 forma parte del grupo andaluz Barbadillo–, arropados por representantes de las instituciones aragonesas y de bodegas de la D. O. la que pertenecen, han levantado sus copas este miércoles en la sala de la Corona del Palacio de la Aljafería, escenario elegido para celebrar sus ‘25 años haciendo Pirineos’. Un brindis con el que también miran hacia el futuro "con muchas ganas y esperanza e impulsados por la innovación y el desarrollo que venimos haciendo desde hace muchos años", ha señalado su directora gerente, Silvia Arruego, y el presidente de grupo jerezano, Manuel Barbadillo.

Con una "apuesta decidida" por adaptar los vinos a las exigencia del mercado "que cada vez piden más calidad y diferenciación", Bodegas Pirineos quiere continuar creciendo "pero no tanto en volumen como en valor añadido", ha matizado Arruego. Para ello la bodega, que comercializa unos 3,5 millones de botellas, de las que el 30% viajan a más de 20 países de todo el mundo, mantendrá sus inversiones en I+D "para poner en valor todos nuestros productos".

Muy presentes en el mercado nacional, en Bodega Pirineos no descartan conquistar nuevos clientes internacionales. Eso sí, los que les interesan son, como ha matizado Arruego, aquellos que aprecien la calidad de sus vinos. "No tenemos vocación de incrementar mucho nuestro volumen, porque la denominación de origen tiene una superficie pequeña de apenas unas 4.000 hectáreas cuyos rendimientos no superan los 4.000 kilos/hectárea, pero que nos permiten hacer productos de muy alta calidad por los que tenemos que exigir un precio justo".

También tienen previsto realizar, en un futuro, inversiones que les permitan ampliar las instalaciones de vendimia, aunque el presidente de Barbadillo no ha querido concretar cuánto supondrá el desembolso ni ha precisado cuándo se podría comenzar con el proyecto. "Será en los próximos años y dependerá de la financiación", ha explicado con cautela el presidente del grupo jerezano.

Y mientras esas inversiones llegan, tienen previsto continuar lanzando al mercado nuevos productos, como los rosados pálidos en los que ya trabajan, algún nuevo merlot y un nuevo blanco de nombre ‘Impás’, un vino "de alta enología, hecho a mano" elaborado con una selección de uvas blancas cultivadas en el Pago del Poyed, de edición limitada a 5.000 botellas y con el que se quiere mostrar una forma distinta de interpretar el Somontano.

Premios 'Haciendo Pirineos'

Convencidos de lo mucho que este futuro le debe a su pasado, los responsables de Bodega Pirineos y, con ella, grupo Barbadillo, quisieron reconocer durante la celebración de su aniversario a aquellos que durante 25 años les han acompañado ‘Haciendo Pirineos’. Así, en reconocimiento a la trayectoria y futuro de la viticultura entregaron un premio a Jesús Arasanz, agricultor y miembro de la cooperativa de la que se nutre la bodega. El galardón a la contribución enológica ha reconocido el trabajo realizado por Jesús Astrain, enólogo de Bodega Pirineos y el profesional con más trayectoria y conocimiento de la D. O. Somonanto, con más de 30 vendimias a sus espaldas.

El alcalde de Alquézar, Mariano Altemir, ha recogido el galardón con el que se reconoce a la localidad que da nombre a uno de los rosados más exitoso de la empresa, sino también la entrega y la disposición que el regidor siempre ha mostrado con los proyectos de Pirineos. El Gobierno de Aragón ha sido merecedor de una mención especial "por su vinculación estos años y el por el apoyo prestado cuando se la ha requerido".

Con una plantilla de 30 trabajadores, Bodega Pirineos factura actualmente 6,8 millones de euros. Sus caldos se comercializan bajos las marcas Señorío de Lazán, Montesierra, Marboré, 3404 y Alquézar. El 25% de su capital está en manos de la cooperativa de viticultores mientras que el 75% restante fue adquirido en 2007 por el grupo jerezano Barbadillo, que desde hace más de 200 años comercializa vinos blancos y manzanillas.

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