La conflictividad laboral repunta de nuevo en Aragón y los despidos son la primera causa

El Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) dio salida a 7.526 expedientes el pasado año y la mayoría, 6.049, fueron por despidos

Una de las reuniones por el conflicto del tranvía mantenidas en el SAMA
Una de las reuniones por el conflicto del tranvía mantenidas en el SAMA
Oliver Duch

El nivel de conflictividad laboral en Aragón sigue aumentado pese a la recuperación económica. Así, los expedientes que tuvo que resolver el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) el pasado año son un 6,04% más que los tramitados en 2016. 2017 se sitúa, como reconoce el propio SAMA en la memoria que recientemente presentó a los patronos de la Fundación, "en el cuarto puesto en cuanto a conflictividad individual en la historia de  este organismo".

El total de los 7.526 expedientes tramitados el pasado año (7.377 fueron mediaciones individuales de los que en 6.049 la causa ha sido por despido) se encuentran, según el SAMA,  "por encima de la media de los expedientes presentados en los últimos 10 años, desde el inicio de la crisis económica en 2008, que se cifra en 7.054". Es decir, que el SAMA mantiene casi la misma actividad que en los años de la crisis y el doble que antes de que se produjera ya que no hay que olvidar que de media anual al SAMA entraban unos 4.461 expedientes individuales entre  2000 y 2007, .

Según Sonia García, secretaria de Acción Sindical de CC. OO. Aragón, la razón de este repunte está clara. "La recuperación económica no se está trasladando a las condiciones laborales de las empresas y, por tanto, hay una mayor conflictividad". "Muchos convenios colectivos se han quedado estancados", asegura, sin cláusula de revisión salarial, y sin incorporar mejoras. Y por lo que respecta a las mediaciones individuales, la mayoría por despido, considera que se trata de "un mal endémico". "El despido es libre: aunque tiene un coste con las últimas reformas laborales, bajaron las indemnizaciones y además con la temporalidad imperante en el mercado laboral, hay mucha gente que no tiene antigüedad, así que ante cualquier conflicto en el puesto de trabajo que se plantea, se suele solventar con la rescisión del contrato".

"Sigue habiendo muchos despidos tramitados en el SAMA", reconoció por su parte José de las Morenas , de UGT, que advierte que "costará volver a la baja conflictividad de antes de la crisis mientras no se derogue la reforma laboral y haya un desequilibrio a favor de la patronal a la hora de negociar los convenios".

Y es que los despidos siguen representando, como señala la memoria del SAMA, el mayor peso específico de la actividad tramitada, representando en 2017 un 82% de la misma, lo que implica un ligero incremento respecto del 81,76% alcanzado en 2016.Los despidos disciplinarios mantienen su tendencia de incremento, aseguran fuentes del Servicio de mediación, si bien cada vez de manera menos acusada, encabezando el ranquin de los motivos los despidos tramitados con un 50,50%. Por el contrario, y ya consolidada la tendencia apreciada durante los ejercicios anteriores, los despidos por causas objetivas descienden nuevamente y se sitúan este año en un 30,10% del total.

"Es muy preocupante", asegura el ugetista José de las Morenas que el despido disciplinario suponga ya más de la mitad de tramitaciones de las que se ocupa el SAMA. "Es una tendencia que ha ido in crescendo y que refleja que hay muchos conflictos por cuestiones de movilidad, jornada, o de una flexibilidad sin compensar que acaba en rescisión de contrato". Asimismo hace hincapié en que el número de huelgas, 48 en total en Aragón en 2017 también aumentó y lo que refleja todo esto es un claro efecto de la reforma laboral: "Se ha sustituido a los trabajadores más antiguos por otros sujetos a un tipo de contratación más precaria afectando a la calidad del empleo".  La evolución que tuvieron los conflictos colectivos el pasado año tampoco es buena, añade, ya que crecieron sobre todo por modificación de condiciones de trabajo y también inaplicación de convenios, ha destacado.

Para Carmelo Pérez, patrono de la Fundación SAMA por parte de Cepyme Aragón, lo que evidencian estos datos es que "hay empresas que necesitan seguir haciendo ajustes para ser competitivas y que el mercado laboral se sigue reajustando". En su opinión, se produce "una dicotomía: hay grandes empresas que ya han vuelto a beneficios, pero muchas  medianas y pequeñas empresas que todavía no van bien". Son estas, añade, las que "han de ajustarse no solo en personal sino en todas las demás áreas de negocio", explica. Asimismo, "lo que se está produciendo es el rejuvenecimiento de las plantillas, acuerdos para prejubilaciones  que acaban en el SAMA en vez de en los juzgados". Este representante de la patronal cree que lo que hace falta es que el crecimiento económico genere más creación de empleo, para que así los que salen del mercado laboral vía despidos puedan pronto ser recolocados. No hay que olvidar, dice, que "Aragón es de las comunidades que más ha crecido" y por eso, se siente optimista, si bien reconoce que será difícil volver a los niveles de empleo de antes de la crisis.

Asimismo, Juan Carlos Dehesa, patrono de la fundación del SAMA por parte de CEOE Aragón, matiza que a menudo se considera "conflictividad" lo que es "movilidad del mercado de trabajo" y que Aragón y España se están acercando a las ratios de flexibilidad y dinamismo que presentan casi todos los mercados laborales en Europa. "Todos los expertos coinciden en que el perfil de esa persona que entraba a trabajar de aprendiz en una empresa y permanecía en ella hasta la jubilación tiende a desaparecer y que, en general, en todos los sectores, hay una mayor movilidad". Bajo su punto de vista, "la economía global en la que operamos exige a las empresas ser cada vez más competitivas y eso requiere de mayor flexibilidad". "Es clave el dinamismo en el mercado laboral", subraya, y por eso, está convencido de que el SAMA no volverá a los niveles de actividad que tenía antes de la crisis, que eran la mitad, principalmente porque las mediaciones individuales, la mayoría por despido, seguirán siendo elevadas.

Junto con los despidos, el porcentaje de solicitudes instadas por impago de salarios, alcanzó en 2017 el 62,97% sobre el total, según el SAMA, y por debajo, con un 10%, se situaron las extinciones por modificación sustancial de condiciones de trabajo, seguidas de las derivadas de otros incumplimientos, con un 9,73%.

Por último, en cuanto a conflictividad por sectores, la memoria del SAMA indica que el de servicios se mantiene en la primera posición de mayor número de expedientes tramitados, si bien durante 2017 ha experimentado una ligera disminución (0,39%) respecto de los presentados en el ejercicio anterior. Se mantiene en segunda posición el sector del metal, que ha registrado este año el mayor incremento de expedientes al pasar de 953 expedientes a 1.163 este año, lo que supone un incremento del 22,04%. El sector de la hostelería, ocupa la tercera posición. A continuación el sector comercio, con un incremento en el volumen de presentación del 12,12%. En quinta posición y con un incremento del 16,84%, el sector de transporte.

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