Una moderna bodega para la milenaria tradición vitícola de Paniza

Bodegas Paniza encara la recta final de su última inversión, algo más de 2 millones de euros, que se suman a los 10 millones que la empresa vitivinícola integrada en la Denominación de Origen Cariñena ha desembolsado en los últimos 10 años. Hace apenas un mes terminó la construcción de sus nuevas oficinas, un moderno edificio de más de 800 metros cuadrados, que alberga además una no menos vanguardista tienda. Y ahora la cooperativa, que nació en 1953 con el nombre de Nuestra Señora del Águila, está construyendo un almacén de 2.500 metros cuadrados con el que mejorará además su logística y la recepción de mercancías.

«Necesitábamos más espacio, tanto para los empleados como para el negocio», explicaron este jueves el director general, José María Andrés, y el responsable de Marketing, Ignacio Ordóñez, que estiman que estas instalaciones estén operativas a finales de este año.

El innovador edificio de oficinas, que poco tiene que ver con la estética habitual de una bodega, no es una casualidad. Como explicaron sus responsables, responde al cambio de rumbo emprendido por la bodega en 2007, cuando los números comenzaban a advertir que se hacía necesaria una renovación.

«Queríamos conjugar la tradición con la modernidad, uniendo la experiencia y la cultura milenaria en el cultivo de la vid y la elaboración del vino con la innovación. Por eso el edificio es el icono de lo que quiere ser la bodega», detallaron Andrés y Ordóñez, que explicaron que de este modo los clientes pueden visitar sus viñas centenarias pero también comprobar que esta es una empresa «que está en el mundo e innova».

Nuevos lanzamientos

La cooperativa, que integra a 400 socios que cultivan unas 3.000 hectáreas de viñedo sobre las que aplican cuidadas prácticas agrícolas, trabaja además en el próximo lanzamiento de dos nuevos vinos de garnacha con los que buscan un alto posicionamiento no tanto por volumen como por calidad. Está previsto que salgan al mercado a mediados de este año, con un nombre –todavía por decidir– con claras referencias al origen, con una cuidada presentación y que formarán parte de una nueva gama que se unirá a las diez que ya tienen en el mercado y con las que comercializan 33 caldos (blancos, rosados y tintos).

También está poniendo el acento en las nuevas tecnologías de comunicación. Así, tiene previsto disponer en unos meses de un tienda virtual para comercializar sus vinos, al tiempo que desarrollan su mayor presencia ‘online’ con la mirada puesta en su incorporación en diferentes ‘marketplaces’.