Sal de Zaragoza para fundir la nieve de las carreteras españolas

El temporal que recorre España intensifica la actividad y la ventas de las minas de Remolinos.

Un trabajador realiza labores de extracción en las minas de sal de Remolinos
Un trabajador realiza labores de extracción en las minas de sal de Remolinos
Aránzazu Navarro

Dice el refrán que ‘Año de nieves, año de bienes’. Así deben pensarlo también en Ibérica de Sales, la mina situada en la localidad zaragozana de Remolinos, principal productor español de sal para piensos animales y para deshielo de carreteras, que con la nieve tiñendo de blanco toda España ha visto como se disparaba su actividad y sus ventas. Una situación similar a la que provocaron las abundantes nevadas que se registraron en los primeros días de enero, en torno a la festividad de Reyes.

El trasiego de camiones desde las instalaciones del municipio dan buena cuenta del “mucho trabajo y un gran ajetreo” que se vive estos días en la empresa zaragozana, que emplea a unos 50 trabajadores y produce alrededor de las 500.000 toneladas de sal anuales. De hecho, gran parte de las miles de toneladas que las administraciones públicas tenían preparadas para hacer frente a la ola de frío siberiano que ha llegado a la Península proceden de estas minas zaragozanas, en la que los romanos ya extraían este mineral.

En la compañía zaragozana, integrada en el grupo vasco Minersa, están preparados para hacer frente a este incremento de demanda, que no suele exigir una aumento de la producción ya que las instalaciones de Remolinos disponen de una gran capacidad de almacenamiento que permite realizar cualquier suministro de una manera inmediata. De hecho en las kilométricas galerías de la mina ‘María del Carmen’, que explota Ibérica de Sales, han llegado a estar almacenadas más de 350.000 toneladas para responder a las necesidades de venta cuando llegan las fuertes nevadas.

Flexibilidad

A diferencia de otros fabricantes, la producción de sal en Ibérica de Sales no está condicionada por factores meteorológicos (sal marina) o de otro tipo (cogeneración), por lo que puede ajustar su sistema productivo con la flexibilidad que exige este mercado, explica la propia empresa, que detalla que en las minas de Remolinos se elabora y comercializa sal seca, que debido a su baja humedad y su granulometría puede almacenarse en silos verticales y es de fácil aplicación mecánica en las carreteras, y sal húmeda de alta calidad adecuada para la elaboración de salmuera para tratamientos preventivos, ambas tratadas con aditivo antiapelmazante.

Y aunque nunca llueve (o nieva) a gusto de todos, los blancos copos si son bien recibidos entre los productores españoles de sal. Los distintos temporales que han recorrido España desde el pasado mes de enero, puede llegar a suponer unos ingresos para el sector de uno 30 millones de euros, según los cálculos realizados por la la Asociación Ibérica de Productores de Sal (Afasal), que estiman que la temporada podría cerrarse con unas ventas de sal fundentes para carreteras de más de medio millones de toneladas, a unos precios que oscilan entre con unos precios por tonelada que fluctúan entre los 60 y los 80 euros por tonelada.

Y es que, en crudos inviernos, como el que ahora se vive, Afasal estima que entre el 10% y el 15% de la producción de sal en España se destina al deshielo de carreteras, si bien para Ibérica de Sales, este es su principal nicho de negocio, que comercializa no solo en España sino que también exporta a a los países escandinavos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia o Andorra.

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