El grupo francés de gran distribución Carrefour anunció este miércoles que en 2017 perdió 531 millones de euros, frente a unos beneficios de 746 millones del año anterior, un mal resultado que explicó por las importantes depreciaciones de activos registradas.

El resultado operativo de la empresa cayó un 14,7 % hasta los 2.006 millones de euros, un descenso que responde al mal comportamiento en Francia y la deflación de precios de Brasil, sus dos principales mercados.

Carrefour explicó en un comunicado que sus cuentas de 2017 sufrieron el impacto de unas cargas excepcionales corrientes de 1.310 millones de euros, ligadas sobre todo a depreciaciones registradas en Italia y la compra de los supermercados en Francia del grupo español Dia.

Las ventas subieron un 3 % hasta los 88.240 millones de euros, gracias al incremento registrado en Europa, sin contar Francia (+5,1 por ciento, a 21.112 millones), y América Latina (+10,6 %, a 16.042 millones).

En Francia, el volumen de negocios bajó un 0,1 % hasta los 35.835 millones, mientras que en Asia la caída fue del 4,4 % a 5.907 millones.

El resultado operativo corriente, sin embargo, empeoró un 32,9 % en Francia, hasta los 692 millones, y un 4,9 % en el resto de Europa, hasta los 677 millones, mientras que mejoró un 0,6 % en América Latina para situarse en los 715 millones.

El presidente de Carrefour, Alexandre Bompard, afirmó que los resultados de 2017 demuestran "la necesidad de poner en marcha lo antes posible el plan de transformación" de la empresa, desvelado el mes pasado y que prevé, en cinco años, mejorar la competitividad, reducir los efectivos y apostar por el comercio electrónico y los alimentos biológicos.

La empresa propondrá el pago de un dividendo de 0,46 euros por acción, frente a los 0,70 del año pasado.

Para 2018, Carrefour aseguró que sus resultados dependerán de la evolución de las divisas, en especial del real brasileño.