"Se lo tengo que contar a mis nietos: He visto al Rey"

Numeroso público inmortalizó con su móviles el recorrido de Felipe VI por FIMA.

Felipe VI durante la inauguración de FIMA en Zaragoza.
Felipe VI durante la inauguración de FIMA en Zaragoza.
Guillermo Mestre

En cuanto el rey Felipe VI, y la nutrida comitiva que le acompañaba, cruzó las puertas del pabellon 10, en el que se inició la visita institucional, las máquinas, los tractores, toda la alta tecnología expuesta en FIMA, dejó de ser la protagonista de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola, que este martes abrió sus puertas en Zaragoza. El númeroso público que ya abarratoba desde primera hora el recinto ferial volvió su mirada, y sus teléfonos móviles, para inmortalizar lo cerca que se encontraban, y que la seguridad permitía, del monarca.

“Saca una foto que esto se lo tengo que contar a mis nietos: He visto al Rey”, decía una señora que se topaba casi sin darse cuenta con la comitiva real mientras visitaba uno de los expositores cercanos al que ocupa el Ministerio de Agricultura, primera parada de un recorrido de más de hora y media que condujo a Felipe VI por destacadas firmas aragonesas, nacionales, e internacionales en los que el monarca no dejo de preguntar por las innovaciones, por la tecnología utilizada o la marcha de las firmas visitadas. Del Ministerio de Agricultura al expositor del Gobierno de Aragón donde aguardaban los maximos representantes de las organizaciones agrarias de la Comunidad, UAGA, Asaja, Araga, UPA, y de Cooperativas Agroalimentarias, que al estrechar la mano del monarca aprovecharon para insistir en la importancia de los profesionales del sector. “Sin agricultores, no comemos, Majestad”, explicó José Manuel Penella, secretario general de UAGA que le había comentado a Felipe VI. Fue en ese pabellón donde se escucharon los primeros ‘Viva el Rey’ y "Viva España", que no dejaron de acompañar al monarca durante su visita por FIMA, donde mostró su lado más cercano y amable cuando una madre con un pequeño en brazos lograba que el férreo control de seguridad le permitiera acercarse tanto como para que el Rey, que ya se había dado cuenta del gesto, se volviera y atendiera al pequeño que quería estrecharle la mano. Y atendió, de igual buen grado, a un expositor que le llamó para entregarle un sombrero y unas camisetas con el logotipo de su empresa.

Siempre atento, y muy sonriente, Felipe VI hizo parada en empresas aragonesas como Ferruz o Tenías, donde escuchó las novedades con las que ambas firmas se exhiben en FIMA. “Le he explicado lo que el grupo, las empresas que tenemos, cuales son nuestros mercados”, detallaba José Luis Ferruz, de la empresa aragonesa que luce el mismo apellido. “El se ha interesado por nuestra producción y me ha preguntado si éramos aragoneses”, detalló Ferruz, que explicó que le había agradecido al monarca su interés por FIMA y por los industriales y le había agradecido “lo que está haciendo por la unidad de España”.

Hubo tiempo para hacer parada en las grandes marcas internacionales, que han llegado a la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola con sus más innovadoras y potentes máquinas. Y entre uno y otro expositor, cientos de visitantes esperaban el paso de la comitiva con sus móviles preparados para inmortalizar el momento. “Es mucho más alto de lo que me imaginaba”, se decían entre sí dos jóvenes a los que les sorprendía la presencia de los canes en la comitiva institucional. “¿Y ese perro, que hace ahí enmedio?”, se preguntaban.

Y es que la obligada seguridad que exige la presencia del Rey en un acto público, Provocó ciertos inconvenientes que tanto el público asistentes como los medios de comunicación acreditados soportaron estoicamente. De hecho, al llegar al recinto ferial ya se adivinaba que la entrada iba a tener sus inconvenientes. Había retenciones de tráfico, y eso que muchos, previendo lo que podría pasar, habían decidido anticiparse y estaban ya dentro de la Feria antes de las 8 de la mañana. Un control policial ralentizaba la normalmente fluida entrada de los visitantes, tanto que los organizadores de algunos de los actividades paralelas a la exposición de FIMA tenían serios problemas para inaugurar sus actos ante la ausencia de muchos de sus participantes que todadavía no habían podido acceder al Palacio de Congresos.

Pese a todos los ‘inconvenientes’, no hubo quejas. Todo lo contrario. “Esta muy bien que venga el Rey, eso refuerza FIMA” repetían unos y otros, aunque en algunos momentos tuvieran que retroceder porque se habían acercado demasiado a la comitiva, tuvieran que esperar “hasta que Rey se marche que falta muy poco”, o, en los momentos más tensos, tuvieran que escuchar: “El que se salga del grupo, se va a la calle”.

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