Lladró, de la "figurita" a la caza del público joven
La compañía, que exporta sus productos a más de 100 países, quiere captar la atención de las nuevas generaciones y modernizarse.
Los hermanos Lladró pusieron en marcha en 1953 en Almassera (Valencia) una empresa de porcelana decorativa que se convirtió en referencia de la cerámica del lujo en el mundo y que al ser adquirida hace un año por PHI Industrial quiere saltar de la "figurita" a productos "modernos" relacionados con el 'lifestyle'.
La CEO de la compañía, Ana Rodríguez, ha explicado este martes en la presentación de la nueva tienda que ha abierto la marca en Madrid, así como su diseñador creativo que se ocupará de la "nueva" Lladró, el francés Pierre Favresse, que su objetivo es "reconducir la compañía hacia una propuesta más moderna e innovadora que capte la atención de las nuevas generaciones".
"Lladró tuvo durante muchos años un producto muy exitoso e interesante, pero le faltó reaccionar en su momento. No se trata de reestructurar la compañía, porque no es un problema de rentabilidad. El objetivo es captar la atención de nuevos públicos porque el producto tradicional es muy clásico y se asocia a una época muy concreta", ha subrayado Rodríguez.
Ahora, ha detallado, el público se orienta en decoración menos hacia "lo figurativo" -"la típica figurita de Lladró"- y más hacia lo funcional, a lo relacionado "con el 'lifestyle'" (estilo de vida).
PHI Industrial, destaca, es un fondo de inversión industrial que se "fija" en empresas con un gran potencial "pero que no consiguen explotarlo" y, en ese sentido, Lladró era "ideal" por eso la adquirió en enero del año pasado.
La compañía, que vende piezas que oscilan entre los 50 y los 180.000 euros, ha lanzado, entre otras, la colección 'Haute Allure', inspirada en vestidos de grandes de alta costura; las panteras de la serie "Origami"; las mesas 'Moments'; las lámparas 'Jamz', inspiradas en el jazz, y ambientación lumínica con litofanías -efecto ornamental por transparencia- y aromas para el hogar.
"La empresa -ha afirmado- es la máxima expresión de la porcelana en el mundo, no solo decorativa sino funcional. Se basa en el puro placer de la observación de lo hermoso, un lujo a la vez sencillo y fresco".
Lladró, que exporta sus productos a más de 100 países, tiene el 41 % de sus ventas en Asia, y el 28 % de ellas en Japón: "En China, por ejemplo, gustan mucho las escenas que representan escenas europeas clásicas", ha revelado la directiva.
