¿Qué debes tener en cuenta antes de contratar un plan de ahorro?

La situación económica y demográfica y el miedo a quedarse sin pensión está aumentando la contratación de los planes de ahorro.

Tres métodos para ahorrar en 2018
Tres métodos para ahorrar en 2018
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Superada la cuesta de enero y cumpliendo con uno de los propósitos de año nuevo más repetidos, son muchas las personas cuyo objetivo para este 2018 es ahorrar algo de dinero para hacer frente a posibles imprevistos, para iniciar un nuevo proyecto (ya sea una casa, un negocio o un gran viaje) o para darse un capricho.

Aunque existen métodos de lo más curiosos, como guardar cada semana el número de euros de la semana del año en la que estamos o ir acumulando la calderilla en una hucha para cambiarla a final de año, los planes de ahorro son una de las medidas más eficaces para quien se toma este propósito en serio, más si cabe con la situación demográfica y económica que se está viviendo en España. A pesar del retraso de la edad de jubilación o la disminución de la tasa de sustitución de las jubilaciones, el envejecimiento de la población hace difícil que el Sistema de la Seguridad Social pueda garantizar las pensiones públicas futuras, y de hecho desde Bruselas se ha invitado a los Estados miembros a adoptar medidas que impulsen el desarrollo del ahorro privado.

Los planes de ahorro son productos financieros que permiten ir acumulando dinero todos los meses e ir aumentándolo gracias a los intereses, sin olvidar, eso sí, la penalización que algunas entidades incluyen en caso de querer disponer del dinero antes de tiempo y el riesgo de pérdida, pues la rentabilidad de este tipo de planes puede variar de forma negativa.

Antes de contactar con la entidad bancaria y elegir el plan que más se ajuste a los propósitos marcados -los hay a corto, medio y largo plazo-, conviene seguir tres pasos:

Toma nota de los gastos. El primer paso es hacer balance de todos los gastos a los que se hace frente durante el mes, tanto fijos como variables: las facturas de la luz y el gas, lo destinado a la compra, los caprichos...Conviene recopilar información de varios meses, pues el gasto no es igual en agosto que en diciembre. Haz un presupuesto. Una vez anotados todos los gastos, y teniendo en cuenta los ingresos, hay que establecer un presupuesto mensual. Una de las mejores fórmulas para establecerlo es la regla 50-20-30 (50% para tus gastos más básicos, el 20% para ahorros y el 30% para tus gastos personales), aunque todo depende de cada persona. Establece una cantidad. Si se opta por la regla anterior, ya se puede comenzar a consultar información sobre planes de ahorro, y en función de la cantidad establecida, escoger el que mejores condiciones suponga. Si tu situación no te permite ahorrar un 20%, no te preocupes, puesto que, según los expertos, un ciudadano medio que comience a ahorrar a los 30 años un 10% de su renta, debería tener suficiente para mantener el nivel de vida anterior a su retiro. 

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