Un voto responsable

La plantilla de la factoría de Figueruelas volvió a demostrar ayer, en un momento delicado y tenso, su responsabilidad y su compromiso. No era fácil aceptar un acuerdo que implicará una merma de sus condiciones laborales, pero la contrapartida es que asegura a medio plazo el empleo y un alto nivel de producción. PSA debe ahora dar cuanto antes los pasos que ratifiquen las inversiones y la carga de trabajo.

El voto favorable al preacuerdo de convenio colectivo, tan trabajosamente elaborado durante el largo fin de semana, fue recibido este miércoles con alivio y satisfacción tanto por las partes como por las diversas instancias de la sociedad aragonesa. No hace falta subrayar la trascendencia que la factoría de Opel tiene en la industria de la Comunidad, de manera que la solución al conflicto supone despejar una seria amenaza a la recuperación económica. Hay que destacar la perseverancia y la capacidad de negociación del comité de empresa y de la dirección de la planta, que, gracias a la oportuna mediación de la DGA, supieron alcanzar un acuerdo que parecía lejano hace apenas unos días. Y este miércoles, la mayoría de los trabajadores optaron por la vía del compromiso, aceptando con responsabilidad un evidente sacrificio, que debe servir para que la factoría aragonesa siga estando entre las más competitivas de la industria automovilística. El diálogo y la disposición para alcanzar acuerdos, que siempre han sido características de la fábrica aragonesa de Opel, son las mejores herramientas para encauzar las lógicas discrepancias laborales. Hay que esperar que cuanto antes PSA presente el anunciado plan industrial ratificando las inversiones necesarias para que Figueruelas funcione y cree riqueza a pleno rendimiento.