Aragón ha perdido 245 explotaciones de ovino en 2017

En apenas doce meses, el ovino aragonés ha perdido 245 ganaderos, un 5% del total de profesionales de la Comunidad, que ante la crítica situación que vive esta ganadería extensiva ha terminado por echar el cierre. Las cifras las ofreció este viernes la organización agraria UAGA, que recordó que actualmente el censo de esta ganadería está en torno al millón de ovejas reproductoras, cuando hace una década se contabilizando el doble de animales, y en 1995 existían hasta 3,5 millones de cabezas.

“Desde mitad de los años 90, el censo de ovino se ha reducido en un 65%”, señaló el secretario general de UAGA. José Manuel Penella, que reiteró que las cifras ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas que pongan freno a la regresión de este sector. Aunque el declive de este sector comenzó con la desacoplamiento de las ayudas (dejaron de estar vinculadas a la producción), lo cierto es que la escasa disponibilidad presupuestaria del Ejecutivo autónomo en los últimos años ha sido la puntilla. De hecho, puntualizó Penella, el recorte presupuestario del año 2015, supuso la reducción en un 52% de las ayudas agroambientales, y con ello la disminución de subvención a la medida 1.3 que afecta directamente a los ganaderos de ovino.

Por eso, la organización agraria pide apoyos económicos para reflotar una ganadería que no solo produce alimentos, sino que además vertebra el territorio, fija la población y ayuda al mantenimiento del medio ambiente. “Exigimos al Gobierno de Aragón que en los próximos presupuestos del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad destine una partida de cinco millones de euros solo para la ganadería extensiva”, concretó el secretario general.

Penella detalló que debido a la recuperación económica, está previsto un incremento del presupuesto general de la Comunidad en 250 millones. “Parte de estos fondos tienen que llegar a la ganadería extensiva a través de está medida agroambiental”, reclamó el líder de UAGA, que recordó que “las múltiples repercusiones beneficiosas” del sector ovino para el medio rural, entre ellas el aprovechamiento de recursos naturales, la prevención de incendios, la limpieza de montes, el asentamiento de población, y, por supuesto, la producción de alimentos.