La incorporación de las nuevas tecnologías a sectores tradicionales está suponiendo la transformación de las organizaciones. Un proceso que alcanza a todo tipo de compañías y actividades. "Es una transformación transversal que afecta a todas las industrias y por eso es tan potente. Otras veces ha habido revoluciones, como la industrial, que afectaban solo a determinados sectores", explicó esta semana en Zaragoza Adolfo Ramírez, experto en procesos de transformación, que acudió al Business Forum de Ayanet a presentar su libro ‘Digitalízate o desaparece’. "Los sectores que se están digitalizando están creciendo más rápido que los otros", aseguró el experto, que ha desarrollado su carrera en el sector bancario. Con el título de su libro, que cuenta con colaboraciones de otros expertos, dijo que busca "sensibilizar que es algo que hay que hacer, que es urgente y que estamos a tiempo de hacerlo", aunque añadió que "el tiempo no es infinito".

Dar el paso hacia este nuevo modelo está en manos de las personas, "depende de los CEO, directores generales, empresarios y dueños de las empresas", reconoció, ya que "es un tema de actitud".

Además, el inicio es "entender lo que está ocurriendo, antes de ponerse a invertir", aconsejó. En los últimos años el uso de las nuevas tecnologías ha cambiado el comportamiento de los clientes "y con ello los modelos de negocio". Esta situación consideró que obliga a hacer "una reflexión de la estrategia de la compañía".

Anticiparse

Y en ese proceso es necesario "anticiparse a esa necesidad que tiene el cliente". Para conocerlo mejor la tecnología permite analizar sus comportamientos. "Sabiéndolos sabes sus necesidades y te puedes anticipar" y puso como ejemplo el ‘big data’. Pero no se trata solo de acumular datos y tecnología sino de "saber cómo incorporar inteligencia" ya que "la tecnología por sí no sirve para nada", afirmó.

‘Superpoderes’

Entre los cambios en los clientes de hoy en día destacó el acceso a la información. Los define en su libro como consumidores con ‘superpoderes’. "Son clientes que están conectados y que son más inteligentes", añadió. Pueden elegir de forma más sencilla utilizando comparadores; pueden compartir lo que ocurre en las redes sociales e incluso influir con sus opiniones en las decisiones de las empresas y comprar en tiempo real.

Reconoció que el avance de la digitalización trae consigo la pérdida de empleos. "Eso ha pasado en todas las revoluciones", recordó. "Se están destrozando puestos de trabajo netos, pero por otro lado se están creando otros, que son distintos". Entre los nuevos perfiles que buscan las empresas destacó los analistas de datos. Y entre los retos que deben afrontar figura el reciclaje de esas personas para poder responder a las nuevas ocupaciones. "La transformación en las organizaciones depende de las personas. No es un tema de tecnología, sino de personas", aseguró.

Espacio para innovar

"La digitalización es un proceso ineludible, pero lo primero, siempre, seguirán siendo las personas", incide en su obra. Ante el reto que tienen que afrontar los trabajadores consideró que las empresas deben empezar por hacerles partícipes del cambio, pedirles opinión y darles tiempo. "Al final cambian y se dan cuenta de que posiblemente lo que han estado haciendo se puede hacer de otra forma", afirmó. Pero si la compañía no genera ese "espacio para poder innovar y hacer las cosas distintas", es "muy difícil" hacerlo en la rutina del día a día.

Además, con la transformación digital no desaparece el puesto de trabajo sino solo "determinadas funciones" que se automatizarán. "Como ha pasado en otras ocasiones lo suyo es que le dediquemos tiempo a pensar cómo somos capaces de aprovechar toda esa tecnología", explicó.

"Acelerar"

Respecto a España, consideró que "tenemos que acelerar" y aprovechar que "como país tenemos todas las condiciones para aprovechar esa oportunidad, porque hay mucho emprendimiento y gente que quiere hacer cosas". Incluidas las infraestructuras y el clima. Por ello, el país debe aprovechar para posicionarse como "un núcleo de desarrollo de emprendimiento" para ubicar ‘hubs’ tecnológicos, por ejemplo, para atraer empresas innovadoras que puedan marcharse del Reino Unido tras la salida de la Unión Europea.

"En España perdimos el carro de la revolución industrial y lo que no podemos es perder el carro de la revolución digital", advirtió.