Las ventas del aceite de girasol se disparan un 24% por los altos precios del oliva virgen

Entre enero y octubre se comercializaron 252,23 millones de litros de este producto. En los hogares, el consumo de zumo de aceitunas se ha desplomado un 11,1% en diez meses.

La fortaleza que han mostrado los precios del aceite de oliva desde que arrancara el año está pasando factura a este producto, que pierde presencia en la cesta de la compra de los hogares españoles. Y mientras este retrocede es el girasol quien ha tomado velocidad, tanta que ya ha perdido ese papel de segundón al que se veía obligado a jugar en el mercado español, principal productor mundial de aceite de oliva cuyas cosechas se habían mantenido hasta ahora por encima de la demanda asegurando así unos precios moderados.

Lo demuestran los últimos datos de Anierac (la asociación nacional de industriales envasadores y refinadores de aceites comestibles), que destacan que entre enero y octubre las ventas de aceite de girasol se dispararon casi un 24%. En número absolutos, en los diez primeros meses de 2017 se comercializaron un total de 252,23 millones de litros de aceite de girasol, una cifra que supera en 4,6 millones de litros las ventas que sumaron los olivas incluidas todas las referencias de refinados y vírgenes.

Según estos mismos datos, los aceites de oliva se vendieron 14,5 % menos en los diez primeros meses de este ejercicio. Un descenso generalizado en todas las categorías, aunque liderado por los vírgenes (con un desplome del 22,74%), seguido muy de cerca por los refinados ‘intensos’ (22,71%) y los refinados ‘suaves’ (-18,78%). También con caídas, aunque más moderadas, se presenta el virgen extra, cuyas ventas han retrocedido un 1,85%.

Pero, el girasol no solo ha ganado cuota de mercado respecto al aceite de oliva. Los datos publicados por la Anierac evidencia que también es el único aceite de semillas que obtiene crecimientos. Porque caen también las compras de otros productos minoritarios como el de mezcla de semillas (-44,75%), soja (-13,48%), maíz (-22 %) y resto de semillas cuyo desplome de venta roza el 46%.

No son solo los industriales envasadores y refinadores los que señalan el momento dulce que viven los productores de aceites de girasol. El último panel del Ministerio de Agricultura también recoge que en el periodo comprendido entre octubre de 2016 y septiembre de 2017 el consumo de aceite de oliva de los hogares se ha desplomado un 11,1% en volumen mientras se ha disparado hasta el 21,8% el de girasol.

La brecha del gasto

En gasto, sin embargo, la brecha continúa siendo muy elevada entre ambos productos. El panel del Ministerio recoge que mientras que el desembolso que realizaron en aceite de oliva los consumidores durante este periodo alcanzó los 1.319 millones de euros (-5,2%), mientras que a pesar de crecer un 7,6% el gasto en aceite de girasol, los españoles desembolsaron por este producto durante los diez primeros meses unos 180,5 millones de euros.

Y las perspectivas no auguran un cambio de tendencia. Los olivareros se encuentran en plena recolección, una campaña que se prevé muy mermada por los daños que la sequía ha provocado en el olivar.

En Aragón, como señalaba al inicio de la recolección la organización agraria UAGA, la falta de agua ha dado al traste con las buenas expectativas que se manejaban hace apenas unos meses, especialmente en el Bajo Aragón, donde se sitúan la mitad de las más de 44.000 hectáreas -mayoritariamente en secano- que ocupa este cultivo en toda la Comunidad. Sin embargo, los primeros cálculos hablan de un descenso medio de la producción del 30%, aunque en comarcas como Calatayud la caída podría alcanzar un 80% y las comarcas turolenses ya descuentan que recogerá la mitad de lo previsto.

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