Casa Matachín invertirá más de 20 millones de euros en unas nuevas instalaciones de Plaza

La firma aragonesa Aves Nobles y Derivados, creadora de la marca Casa Matachín y que pertenece desde 1996 al grupo catalán Padesa, dispondrá en apenas dos años de unas nuevas instalaciones en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), donde ubicará su actividad de almacenaje, logística y frío. Para ello invertirá algo más de 20 millones de euros en la realización de la obra civil y el equipamiento de una planta que ocupará 20.000 metros cuadrados sobre una parcela de 50.000 metros cuadrados. Una superficie que la compañía aragonesa adquirirá en propiedad, a la que hay que sumar otros 25.000 metros cuadrados adicionales sobre los que Casa Matachín mantiene una opción de compra. Esta parcela está situada al lado del centro logístico de BSH junto a las infraestructuras ferroviarias de la plataforma.

Según ha podido saber este diario, está previsto que las obras de ampliación, que estarán equipadas con las modernas tecnologías para convertir a Aves Nobles y Derivados en un industria 4.0, estén finalizadas en el primer semestre de 2019, con lo que el equipamiento y la puesta en marcha de la planta de Plaza no se dilataría mucho más en el tiempo.

La compañía, que nació en 1990, está instalada en Mercazaragoza, donde dispone actualmente de una planta de unos 9.000 metros cuadrados con varias líneas productivas. Y allí continuará manteniendo la actividad. De hecho, del montante total de inversión previsto por la compañía, más de 3,5 millones de euros tendrán como destino estas instalaciones.

El incremento experimentado por las ventas, que han crecido a dos dígitos en los últimos años, explican los planes de expansión de la compañía, que ya se había visto obligada a alquilar una naves de Mercafrío y Freiremar, firmas situadas también en Mercazaragoza, aunque, como los responsables de Casa Matachín han reiterado en distintas ocasiones, el espacio se estaba quedando demasiado pequeño y provocaba algunas situaciones de colapso en la actividad de la planta.

Prueba de la buena marcha de la empresa son sus cifras de facturación. El pasado año el volumen de negocio de la compañía aragonesa alcanzó los 82 millones de euros, lo que supuso un aumento de 20 millones respecto a los 62 conseguidos tan solo dos ejercicios antes, en 2014. Para ello, de sus instalaciones de Mercazaragoza salieron unos 14 millones de unidades de las más de 60 referencias que comercializa: desde hamburguesas de pavo y espinacas hasta kebabs de pollo, pasando por morcillas y chistorras de pavo o distintas clases de lasaña y conservas de pollo.

La compañía espera mantener el crecimiento durante este ejercicio, aunque es previsible que el incremento de la facturación no experimente la progresión del pasado año. Sus planes de expansión y la posibilidad de adquirir otros 25.000 metros cuadrados más dan también buena cuenta de las halagüeñas previsiones empresariales de la compañía aragonesa.

Con estas inversiones, la empresa no solo consolidará su plantilla actual integrada por unos 400 trabajadores, sino que además generará entre 100 y 150 nuevos puestos de trabajo, que se irán sumando a la actividad de una manera progresiva y en función de las necesidades de la producción.

"De interés autonómico"

La operación, según explicaron ayer fuentes cercanas al proceso, ha contado con el apoyo del Gobierno de Aragón, que ha trabajado en sigilo para que el grupo catalán Padesa, en el que está integrado desde 1996 la compañía aragonesa, decidiera finalmente realizar la expansión de la planta en la capital aragonesa y no terminara por desplazarla fuera de la Comunidad.

Por eso está previsto que hoy el consejo de Gobierno de Aragón declare el interés autonómico de la inversión, lo que supone que todos los trámites administrativos vinculados a la ejecución y desarrollo de este proyecto tendrán un impulso preferente y urgente por parte de las administraciones públicas aragonesas, lo que permitirá reducir a la mitad los plazos ordinarios de los trámites.