"Boicotear a las marcas catalanas es boicotear al productor aragonés"

Desde los famosos batidos hasta el espetec pasando por la cerveza. Todo eso que llamamos catalán tiene mucho de aragonés.

Imagen de archivo de una granja de vacas lecheras en Aragón
Imagen de archivo de una granja de vacas lecheras en Aragón
Antonio García

Pocas de las cosas que comemos, bebemos o vestimos podrían ponerse la etiqueta de 100% aragonés, catalán o incluso español. En una economía globalizada, resulta casi imposible encontrar productos que puedan calificarse como autóctonos.

Las empresas de cualquier comunidad se abastecen de las materias primas que ofrecen las demás y, por eso, las llamadas a boicotear los productos catalanes que circulan estos días por los grupos de Whatsapp carecen de sentido desde el punto de vista de todos los ganaderos, agricultores, empresarios y transportistas aragoneses a los que se les pregunta.

Famosos batidos y yogures

Como muestra un botón. Pocas marcas habrá más ligadas a Cataluña que la del batido Cacaolat. Pues bien, un porcentaje muy elevado de la leche que utiliza en su fabricación se obtiene en explotaciones aragonesas y se comercializa a través de la Cooperativa Láctea del Alto Aragón, a la que pertenecen el 50% de los productores de leche de nuestra comunidad.

De la misma cooperativa de Binéfar sale casi el 100% de la leche con la que se elaboran los quesos y yogures de Pastoret de la Segarra, una empresa de Lérida que vende en toda España a través de grandes cadenas de distribución. "Si el boicot a marcas catalanas hiciese cerrar a estas empresas, nos hundiría también a nosotros", avisa José Antonio Rami, presidente de la cooperativa láctea aragonesa.

"Aragón no tiene ni una sola envasadora de leche de esa envergadura. Nuestro gran comprador es Cataluña, por lo que dejando de comprar una marca catalana lo único que se consigue es perjudicar al productor aragonés", insiste Rami, con la esperanza de que los alérgicos al 'made in Catalonia' sean conscientes de las repercusiones económicas y el efecto 'boomerang' que pueden tener los cambios repentinos en sus hábitos de compra.

Respalda su postura David Solano, portavoz de la unión de agricultores y ganaderos UAGA-COAG: "Decir que estás en contra de los independentistas mientras intentas poner una frontera, aunque sea comercial, carece de sentido. Aquí estamos todos mezclados, y Aragón y Cataluña somos la misma región agraria, lo compartimos todo, desde producciones hasta canales de comercialización".

Cerveza, frutos secos, zumos...

Lo mismo que ocurre con la leche es extrapolable a todos los sectores. Incluso al de la cerveza. En Sariñena, la cooperativa Los Monegros vende su cebada a Estrella Damm, mientras San Miguel compra grandes cantidades en la zona de Monzón.

Por otro lado, casi todos nuestros frutos secos se van a Reus, dado que allí están asentadas tanto la cooperativa de segundo grado Unió Corporació Alimentària (a la que pertenecen varias cooperativas aragonesas) como el grupo Borges, que tiene allí dos plantas de procesado.

Respecto a la fruta, media docena de cooperativas de la provincia de Huesca son socias del grupo Actel, la Asociación de cooperativas de las tierras de Lleida. Este grupo vende al por mayor a otras empresas (supermercados o productoras de zumos, por ejemplo) la fruta de la que viven 15.000 familias de Huesca y Cataluña. Su lema es, de hecho, 'la unión hace la fuerza'.

Carne y aperitivos

Respecto a los cereales, conviene fijarse en el maíz y el Cinca Medio. Allí 'hace la compra' el Grupo Liven, el mayor productor europeo de 'snacks' y aperitivos derivados del maíz. Fabrica para las principales marcas (y marcas blancas) de múltiples países y, cómo no, tiene su sede central en San Cugat del Vallés, provincia de Barcelona. En Aragón, Liven Agro (filial que selecciona y almacena el grano) y Quality Corn (que lo procesa y convierte en harinas y sémolas con los que después se fabricarán esos snacks) dan empleo a 40 personas y sustento a más de 350 agricultores.

Por no hablar de la carne. Un ganadero de la zona de Los Monegros y el Somontano informa de que el 100% del dinero que entra en su casa es catalán, dado que todo sus terneros se van directos a matar y vender a Mercabarna. Algo similar a lo que encontramos en el sector porcino. Aragón y Cataluña son los dos mayores productores de carne de cerdo de España y en sendas comunidades operan por igual grandes empresas integradoras. Mientras la catalana Vall Companys abre fábricas de piensos y mataderos en Aragón, las de apellido aragonés impulsan mataderos en Cataluña. Algo en lo que quizás habría que reflexionar a la hora de hacer boicots a conocidas marcas de espetec, cadenas como Bon Àrea o a cualquier otro producto 'catalán' que contenga derivados del porcino.

Por último, el famoso cava. Si bien es cierto que otras crisis han demostrado que el conflicto catalán hace aumentar las ventas del cava aragonés, también lo es que una empresa de Aragón es la que fabrica las botellas de vidrio en las que se embotellan Freixenet y Codorniú.

Tal y como expuso hace unos días el comité ejecutivo de CEOE Aragón, ambas comunidades son sus mejores clientes entre sí y por eso, Aragón va a ser una de las comunidades más afectadas en caso de que el conflicto catalán perjudique más a las empresas. Solo el año pasado Aragón vendió a Cataluña productos por valor de 4.162 millones de euros.

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