A simple vista pueden parecer unos bonitos zapatos de diseño de mujer. Sin embargo, detrás de su apariencia hay una apuesta decidida por el respeto al medioambiente y la comodidad. Se trata del calzado de la firma aragonesa Ray Musgo, creada por los emprendedores Lorena Gasco y Javier Sánchez en el año 2015 tras obtener distintos premios a su proyecto.

Ambos eran amigos y aunque procedían de campos formativos muy distintos (ella es ingeniera química con másteres en química sostenible y auditorías medioambientales y él, geólogo) se lanzaron al reto de crear una empresa dirigida a un nicho de mercado inexistente hasta entonces en nuestro país. "La manera de producir en el futuro será bajo criterios de sostenibilidad. Es la única vía de salida tal y como está todo el tema del cambio climático", destaca Lorena Gasco, hoy al frente de la compañía y con tienda física en el centro comercial Aragonia en Zaragoza.

Se instalaron ahí durante un mes como prueba, pero la cosa funcionó tan bien que hizo que Ray Musgo echara a andar con paso decidido. Además de una clientela aragonesa fiel, producto del boca a boca, la firma comercializa sus zapatos ecológicos por toda España (País Vasco, Cantabria, Asturias, Navarra, Cataluña, Galicia y Canarias) "y sin gastar en publicidad". Asimismo, en 2016, dio el salto a la internacionalización y hoy está presente en Bélgica, Holanda y Luxemburgo (un mercado que Gasco conoce bien ya que en 2014 realizó "una especie de erasmus emprendedor" en la Confederación Europea de la Industria del Calzado en Bruselas y estuvo en una aceleradora de empresas de la capital belga tras ganar Ray Musgo a nivel nacional el galardón Greenweekend de ese año). Y también dispone de tienda ‘online’ (www.raymusgo.com).

Pero, ¿qué tienen estos zapatos que les hacen tan especiales? Primero, su composición. Ninguno de sus elementos (pieles, hebillas, cremalleras o forros) contienen metales: ni cromo ni cobalto ni níquel. Los forros son de microfibra ecológica, las pieles son curtidas con taninos vegetales y los tintes también son vegetales. "La mayor parte de las pieles que se fabrican en España están curtidas con cromo, algo que en países como en Alemania está prohibido. El cromo III puede pasar a cromo VI, que es cancerígeno. Además, un porcentaje alto de la población tiene alergia a estos metales", subraya la gerente de la compañía. Y las suelas son de ecoTPU (el 60% de su materia prima es de origen vegetal) y para su fabricación se utilizan energías renovables.

Segundo, la comodidad del calzado. "Que viene dado por hormas amplias, láminas antifatiga incorporadas, plantillas vegetales extraíbles (de algodón, maíz y kenaf y también de corcho en el caso de la colección de verano) y suelas muy flexibles y ligeras".

Proveedores aragoneses

Y tercero, la fabricación: artesanal y en España. Por ejemplo, las pieles son nacionales y las curten y tiñen en Huesca y las suelas se hacen en Zaragoza, Brea de Aragón y Alicante. "Parte de los modelos se fabrican en Zaragoza en un taller muy artesanal y algunos, en Elda. El 70% de nuestros proveedores son aragoneses y el otro 30%, de Alicante. Obtenemos toda la materia prima que podemos de Aragón", explica Gasco, que cuenta con un director comercial y otros cinco comerciales.

Aunque los inicios no fueron fáciles y, como marca nueva que se lanza al mercado, la venta a otras tiendas suele ser un proceso lento, la gerente de Ray Musgo está contenta con la marcha de la empresa. En 2016 facturó 60.000 euros, este año prevé alcanzar los 90.000 y en 2018 contempla un salto importante que podría llegar a los 160.000 euros "por la venta a tiendas". Un crecimiento relevante y sostenible porque, como subrayan, "cuidar el planeta está en tus pies".