Tavares afirma que las plantas de PSA son más "rentables y eficientes" que las de Opel

El presidente del grupo francés cuenta con el propio personal de la marca alemana para sacarla adelante.

Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, y Michael Lohscheller, consejero delegado de Opel, ayer en el Salón de Fráncfort.
Tavares afirma que las plantas de PSA son más "rentables y eficientes" que las de Opel
Ralph Orlowski/Reuters

Carlos Tavares, presidente del grupo automovilístico francés PSA, fue ayer claro, tajante y directo en una comparecencia ante la prensa en Fráncfort al hablar de Opel, la nueva filial alemana de la multinacional. "Solo hay una regla, ganar dinero", declaró a modo de resumen en un momento de su intervención en inglés en el ‘stand’ de Opel del salón del automóvil germano ante periodistas de varios países, interesados en saber qué planes tiene para conseguir que la marca del rayo ponga fin a tantos años consecutivos de números rojos (17 hasta ahora). Con el aval del éxito alcanzado en PSA, al darle la vuelta a las cuentas de la compañía en cuatro años y colocarlo hoy, con la compra de Opel a General Motors, como el segundo grupo del sector en Europa después de Volkswagen, el directivo portugués insistió en todo momento en la importancia de la rentabilidad como base de cualquier medida que se tome en la empresa.

Tavares reconoció que hasta el momento solo ha visitado dos fábricas de Opel. La de Figueruelas, el pasado 2 de mayo, y la de Rüsselsheim (Alemania) la semana pasada, lo que le ha permitido constatar que hay una "gran diferencia" entre las factorías de la marca alemana y las que han formado parte hasta ahora de PSA. El presidente del grupo francés aseguró que estas últimas son "más rentables y eficientes", recalcando a continuación que las diferencias entre unas y otras son "significativamente grandes". No quiso dar detalles sobre plantas concretas, asegurando que las decisiones que se adopten de mejora corresponde contarlas al consejero delegado de Opel (Michael Lohscheller), pero sí dijo que la actitud de la gente al saber de las diferencias con las de PSA era "sana", en el sentido, precisó, de que se lo toman "deportivamente".

El líder del grupo que sale al mercado con cinco marcas, Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall –no podía olvidarse de esta última, inglesa, con la preocupación que le expresaron los periodistas sobre las consecuencias del ‘brexit’ en las decisiones que pueda tomar el fabricante en el Reino Unido–, abordó todos los temas planteados con solvencia. Dejó caer alguna queja (a los abogados estadounidenses con los que ha tenido que verse para cerrar la compra de Opel a GM) y dirigió las responsabilidades a quien consideró que debía hacerlo (a los Gobiernos, en el caso de la legislación y la idoneidad de dar o no ayudas para impulsar el coche eléctrico).

En cuanto a Opel y su futuro, insistió en que quienes trabajan en esa empresa "no son el problema, son la solución". Por ello recordó en varias ocasiones en que tras sellarse la operación de compra por PSA el 2 de agosto, dio un plazo de 100 días a los directivos de la firma del rayo para que elaboren un plan que le permita volver a la rentabilidad. Ese plan estará listo, previsiblemente, avanzado el mes de noviembre y "si mientras tanto me necesitan ahí estaré", señaló.

Carlos Tavares tuvo palabras de elogio a España y a los profesionales del sector de automoción por la buena labor desarrollada en los últimos años al incrementar llamativamente su producción, lo que dice mucho de la buena marcha de sus factorías. En ese sentido, recordó que PSA cuenta ahora con tres centros importantes, los de Vigo, Villaverde (Madrid) y Zaragoza, a los que se suma el de Mengualde (Portugal) para completar un polo ibérico con posibilidades de aportar mucho al grupo. El directivo portugués mostró su interés en tener las plantas llenas, con trabajo que en un momento dado exija incluir como laborales los sábados o algún festivo. "Somos gente muy pragmática. Hace cuatro años, cuando vine (a PSA) todos me pedían que querían ganar producción y la economía europea no iba bien como ahora, pero las cosas han cambiado", apuntó.

Horas antes del encuentro con los medios, Tavares participó en la presentación de Opel del Grandland X (el ‘hermano mayor’ de los ‘zaragozanos’ Mokka y Crossland X) y de dos versiones del Insignia, una "aventurera" (Country Tourer) y otra deportiva (GSi). Un modelo de esta última conducido por el propio presidente de PSA, que ha participado como piloto ya en 500 carreras, apareció en un vídeo proyectado a pantalla grande en un evento en el que varios acróbatas dieron la bienvenida al nuevo Grandland X con un Michael Lohscheller como (sobrio) presentador del modelo.

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