Diversidad generacional

Los ‘baby boomers’, la generación X, la generación Y y los millennials están llamados a convivir en las empresas por vez primera. En una compañía es bueno que exista diversidad generacional y que estén mezclados dentro de los equipos de trabajo.

Diversidad generacional
Diversidad generacional

Nos encontramos en un apasionante momento de cambio y convivencia dentro de las empresas. Por primera vez, están llamados a convivir en las empresas 4 generaciones de personas con diferentes, valores, aspiraciones y necesidades: los ‘baby boomers’, nacidos a partir de 1956, la generación X, nacidos a partir de 1965, la generación Y o millennials, nacidos a partir de 1981 y por último la generación Z, nacidos a partir de 1995.

Para empezar, tiene que quedar claro que no existe una generación mejor que otra; todas ellas tienen aspectos buenos y otros a mejorar. Siempre habrá que evitar generalizar en exceso porque dependerá de cada persona específica que unas características estén más marcadas que otras.

Yo aun recuerdo cuando eran un tierno adolescente que mis abuelos ya se planteaban dónde les iba a llevar "esta juventud de hoy". Porque cuando uno es adulto tiende a hacer las cosas de una forma diferente a los jóvenes, por lo que las comparaciones son inevitables e incluso controvertidas.

Los valores de cada generación son diferentes e influyen el momento social, económico, político y global en que han nacido y se han criado. También marca mucho el entorno familiar de cada persona en el que se cría y se educa uno. No obstante, no hay que olvidar que lo determinante es la motivación y ganas que tenga cada persona por conseguir lo que se proponga.

Hoy en día, ya son bastantes las empresas en las que ya existen personas de esas cuatro generaciones, pero no siempre están preparadas para esa diversidad generacional. Soy de la opinión de que en las organizaciones existe hueco para personas de todas las generaciones. No obstante, la edad es un numeral, y por ende, el tema generacional no puede ser más importante que las competencias de cada persona.

En una empresa es bueno que exista diversidad generacional y que estén mezclados dentro de los equipos de trabajo. Una persona de la generación ‘baby boomers’ puede enseñar muchas cosas a los de la generación Z y viceversa. Si no existen personas de las diferentes generaciones dentro de cada equipo de trabajo, se debería potenciar la existencia de proyectos internos que lo fomenten. La empresa se beneficiará de colaboraciones dentro del trabajo con personas que tienen otros puntos de vista, otra forma de ejecutar el trabajo y otra perspectiva de la vida.

Las competencias digitales son cada vez más fundamentales, con independencia de a qué generación pertenezcas. A priori, las personas pertenecientes a la generación millennials y a la generación Z parten con ventaja, porque han nacido con las nuevas tecnologías. Sin embargo, las dos generaciones anteriores se han tenido que adaptar y evolucionar sus competencias digitales de cara a no quedarse fuera del mercado laboral.

No considero que una persona de la generación Z sepa usar mejor las nuevas tecnologías en el entorno laboral, están más acostumbradas a usarlas en su esfera personal. Mi experiencia me ha demostrado que depende de cada individuo y no de la generación a la que pertenece.

Dentro de la estrategia de las organizaciones debe existir un protocolo de diversidad generacional para acoger de forma adecuada a todas sus personas. Los valores de una compañía tienen que representar a todas sus personas. Los valores van evolucionando en función de cada época. Aunque determinados valores de respeto, buena educación y cortesía se deben mantener siempre, aunque últimamente parece que se han relajado excesivamente.

Los comienzos

La inmediatez de los jóvenes quizás sea un factor a mejorar por su parte. Suelen querer encontrar empleo a la primera, cobrar un buen salario, etc. cuando no son conscientes que una persona que comienza en el mercado laboral debe saber que tendrá que recorrer su camino experiencial que le permita adquirir un rodaje, donde demuestre su valía.

Una compañía que incorpora un perfil junior tiene que exigir a la persona que se incorpora en función de lo que se le ofrezca. No tiene ningún sentido exigir a un perfil junior 6 años de experiencia. En estos casos existen desequilibrios entre lo que se necesita, se pide y se ofrece.

Por otro lado no podemos negar que en una sociedad global del conocimiento como la actual, todo va muy deprisa y la flexibilidad es clave. Debemos tener la mente más abierta que nunca y asumir que el ocupar un puesto de nivel directivo no va de la mano de la generación a la que pertenezcas sino de las competencias y conocimientos que tengas y de lo que sepas hacer con ellos. Hace mucho la actitud de cada persona y su predisposición hacia los demás.

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