"Estamos tranquilos. Solo tenemos un plazo fijo"

En la oficina principal del Banco Popular de Zaragoza ayer las preguntas más repetidas de los clientes tenían que ver con la situación tras la compra por parte del Banco Santander. "Estamos tranquilos. Solo tenemos un plazo fijo", explicaba a la salida Luis, un jubilado al que su hijo había llamado a primera hora de la mañana para decirle que habían comprado la entidad. Reconocía que estas semanas había estado pendiente de las informaciones sobre la situación del banco, pero ahora respiraba aliviado. No tenía pensado sacar el dinero y confiaba en el nuevo dueño. Alguno de los que pasaban criticaba la gestión de los últimos años por haber entrado en el negocio inmobiliario "cuando otros salían", a lo que otro sumaba el ladrillo tóxico que sumó la compra del Banco Pastor.

Desde el sindicato CC. OO. Aragón destacaron que entre los perjudicados por la venta del banco se encuentra la plantilla de la entidad. "El 75% de los empleados son accionistas", calcularon. El banco tiene 155 trabajadores y 22 oficinas en Aragón. Por provincias, el grueso se concentra en Zaragoza, donde hay 14 oficinas. En Huesca hay seis sucursales y en Teruel dos, que tendrán que ver su encaje ahora dentro de la red del Santander. A finales del año pasado se produjo el último ERE en la entidad.