En los últimos días han sido muchos los rumores acerca del futuro del Banco Popular, que finalmente se han despejado este miércoles con la compra de este entidad por parte del Banco Santander. El objetivo de esta venta, según ha señalado el FROB en un comunicado, es atajar los problemas derivados de la inviabilidad de Banco Popular, garantizar la continuidad de las actividades desarrolladas por la entidad y proteger a los depositantes de Banco Popular.

Esta no es la primera vez que el Banco Santander se hace con el control de otra entidad bancaria. En 2013, el banco dirigido por Ana Patricia Botín adquirió las acciones del Banesto y de Banif, lo que provocó el cierre de 700 oficinas en España. Ahora la incógnita se encuentra en qué ocurrirá con las sucursales y empleados del Popular tras esta nueva compra.

En Aragón, según los datos facilitados por el propio Banco Popular, hay 22 sucursales que dan trabajo a un total de 155 personas.  Desde esta entidad bancaria aseguran que desconocen cuál será su futuro más inmediato y que esta decisión la deberá tomar próximamente la dirección del Banco Santander.

"Estamos indignados y con bastante incertidumbre", asegura Manolo Rodríguez, secretario general de UGT en el Banco Popular de Aragón. Asimismo, lamenta que tanto las autoridades como los directivos han dejado "morir" la entidad y se muestra expectante de cara al futuro. "Hace poco, tanto el Banco Popular como el Santander presentaron un ERE de similares características (unos 2.600 puestos en Banco Popular y unos 2.500 en el Santander). Tras esto, la plantilla del Popular ha quedado muy rejuvenecida y en el caso de que finalmente hubiera despidos u otro ERE ya no estaríamos hablando de gente cercana la jubilación", especifica.

No obstante, recalca que todavía es pronto para saber qué ocurrirá con las oficinas y los empleados del Banco Popular. La única realidad es que en Aragón, el Banco Santander ya cuenta con casi 80 oficinas y unos 500 trabajadores.