Tavares: "La mejor garantía de futuro es seguir construyendo una planta competitiva"

El presidente del grupo PSA destaca la posición "excelente" de Figueruelas para asumir otros modelos de gran demanda.

Carlos Tavares.
Carlos Tavares.
Reuters

"Figueruelas es una fábrica que ilustra nuestro futuro común con la producción conjunta de modelos Opel y PSA. El Opel Crossland X y el Citroën C3 Aircross son solo el principio para sentar las bases de un crecimiento común a escala mundial con seis marcas diferenciadas". Son parte de las palabras de elogio que brindó ayer Carlos Tavares, presidente ejecutivo de PSA, a los empleados del turno de tarde de la planta zaragozana de General Motors, que visitó por primera vez desde que se anunció en marzo la compra de Opel por parte del grupo francés.

En una breve alocución en castellano sobre las 15.45, el directivo les dijo: "Es un placer y un honor dirigirme a vosotros por primera vez en esta nueva etapa que iniciamos juntos y que debemos abordar con serenidad y confianza ante el futuro. Figueruelas, con 361.000 vehículos producidos en 2016, es una fábrica clave en Europa desde hace 35 años y la intención es que siga siéndolo".

El ejecutivo portugués, que evitó a la prensa al llegar a la fábrica al mediodía cuando los medios ya se habían marchado, insistió en que "la incorporación de Opel a PSA nos convertirá en un campeón automovilístico en Europa y permitirá crear sinergias cada vez mayores. Con la apuesta por plataformas comunes polivalentes, que serán referencia en materia de tecnología y respeto al medio ambiente, surgirán nuevas oportunidades para la planta", dijo.

Eso sí, para ello, adelantó Tavares, Opel deberá seguir las líneas de crecimiento rentable en las que está inmerso el grupo PSA desde la definición de sus planes estratégicos ‘Back in the Race’ y ‘Push to pass’, que le han permitido el primero la vuelta a la rentabilidad y el segundo prepararse, como dijo el directivo, para "enfrentarse con éxito al contexto del automóvil en la próxima década", con retos como la electrificación o los nuevos conceptos de movilidad que "marcarán la transformación del grupo de fabricante de coches a proveedor de soluciones de movilidad".

En una intervención solo escuchada por los que se enteraron de la presencia de Carlos Tavares en Figueruelas, donde acudió a visitar a los equipos que se encargan de preparar el lanzamiento del Citroën C3 Aircross o ‘P1LT’, que comparte plataforma con el Opel Crossland X, Tavares destacó el enorme futuro que los SUV del segmento B, como los que está lanzando Figueruelas tienen por delante "no solo en Europa sino en todo el mundo". La demanda de estos modelos, anticipó, "seguirá creciendo lo que garantiza un futuro brillante para esta fábrica; además, su especialización con el Opel Corsa la sitúa en una posición excelente para asumir la producción de futuros automóviles de gran demanda y tecnología avanzada que admitirán motores cien por cien eléctricos".

"Opel seguirá siendo alemana"

Un mensaje tranquilizador fue el que trasladó en todo momento el presidente ejecutivo del grupo PSA a los trabajadores de Figueruelas, a aquellos que acudieron al acto de la tarde, que replicó la presentación del Crossland X de la mañana que careció de este invitado de excepción, si bien tuvo como anfitriones al presidente y consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann, y al director general de GM España, Antonio Cobo. "La nueva era se asienta sobre bases sólidas", recalcó Tavares. "Opel seguirá siendo una marca alemana con una dirección diferenciada", dijo, a la vez que subrayó el "cumplimiento de los compromisos adquiridos con vosotros, los trabajadores y la Administración". El presidente ejecutivo del grupo PSA insistió en su firme voluntad de "seguir avanzando en este clima de colaboración estrecha con todas las partes que trabajan para asegurar un futuro estable para Figueruelas".

El máximo responsable de PSA, que recorrió la planta después de su alocución a los trabajadores, hizo hincapié en que "se cumplirán y se respetarán todos los compromisos existentes" siempre que "desde nuestras respectivas responsabilidades el objetivo común sea seguir construyendo una planta competitiva referente de Opel en calidad y excelencia". En esos pilares colocó el directivo de PSA el porvenir de la planta de Zaragoza. "Su mejor garantía de futuro es esa", añadió.

"Se abre un mundo de oportunidades para Opel, PSA y para todos. Espero que con vuestro trabajo, profesionalidad y compromiso sabréis aprovechar al máximo dichas oportunidades. Cuento con vosotros. Muchas gracias". Así se despidió de parte de los trabajadores un Carlos Tavares que pasó de puntillas por Figueruelas al sostener reuniones directas solo con las direcciones del grupo Opel y de la planta aragonesa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión