Ibercaja tiene previsto comenzar mañana la negociación con los representantes de los trabajadores de un expediente de regulación de empleo (ERE), según informaron ayer fuentes sindicales. Iniciará el llamado periodo informal de consultas de 15 días que se incluye en el convenio del sector, previo a la presentación del documento y del inicio oficial de las conversaciones. Fuentes de la entidad financiera aragonesa prefirieron no dar detalles "por respeto al proceso", pero aseguraron que durante el mismo se mantendrá la vocación de "llegar a acuerdos y soluciones no traumáticas" que ha habido en los ajustes anteriores. El que se anuncia ahora será el cuarto para el banco aragonés después de los llevados a cabo en 2013, 2014 y 2015.La entidad ha adelgazado la plantilla en 830 empleados con los últimos tres expedientes. En todos ellos consiguió completar el número de salidas propuestas con voluntarios. En el de 2013 dejaron el banco 243 trabajadores, en el segundo, 287 y en el tercero, 300. En el último recorte, las prejubilaciones alcanzaron a los trabajadores de 59 años de edad.

La plantilla actual es de 5.500 personas en alrededor de 1.250 oficinas. El año pasado no presentó ningún ERE, aunque se cerraron una veintena de oficinas fruto de la reestructuración que ha vivido la entidad desde la absorción de Caja3 (CAI, Caja Badajoz y Caja Círculos de Burgos).

Un 10% de sobrecapacidad

El anuncio era esperado teniendo en cuenta que el sector sigue afrontando ajustes. El consejero delegado de la entidad, Víctor Iglesias Ruiz, ha venido asegurando en varias apariciones públicas que al sector le sobra todavía un 10% de capacidad. En la presentación del Plan Cataluña en Barcelona, el pasado mes de febrero, reconoció que la entidad aragonesa estaría "buscando la fórmula" para hacer este ajuste, apostando por soluciones "negociadas".

El directivo ha reforzado su posición como primer ejecutivo desde que el pasado 24 de febrero se produjera el relevo en la presidencia. El Consejo de Administración aceptó la renuncia de Amado Franco Lahoz, tras 47 años en la entidad, y nombró presidente con carácter no ejecutivo a José Luis Aguirre Loaso. En la citada reunión también se dio el visto bueno a las cuentas de la entidad en 2016. Ibercaja obtuvo un beneficio neto de 143 millones de euros, un 70% más que el año anterior. El volumen total de recursos administrados de clientes aumentó un 2,7% en el año, superando los 51.000 millones de euros

Además, elevó la dotación a provisiones a 413 millones de euros, un 41% superior a 2015. En ellas se incluyeron tanto las específicas asociadas a créditos y adjudicados, que se redujeron un 7,6% interanual, como las derivadas de la aplicación de la nueva regulación contable. También se incorporó 87 millones de euros en provisiones prudenciales.

La entidad destacó entonces  que el coeficiente de solvencia CET 1 (Phase In) se sitúa en el 12%, por encima del 7,25% requerido por el BCE. El año pasado amortizó 183 millones de euros de ‘cocos’ (bonos convertibles contingentes) de las ayudas recibidas por Caja3, sin recurrir a ampliaciones de capital o a la venta de activos estratégicos, y ha solicitado la devolución anticipada de los 224 millones que le quedan.

Por otro lado, el banco tiene pendiente salir a bolsa, para lo que ha asegurado que está listo para hacerlo en el "momento adecuado", que ahora la normativa le permite retrasar a 2022.