El comité de Opel alerta de que no es el final de la negociación y dice que estará vigilante

Los sindicatos ven en la venta a PSA una oportunidad pero exigen un plan de futuro en detalle para ver si se mantiene el empleo y las asignaciones de modelos. Lambán insiste en que no va suponer ningún problema para Figueruelas.

Trabajadores de Opel ayer a la salida del turno de mañana.
Trabajadores de Opel ayer a la salida del turno de mañana.
Toni Galán

El acuerdo de compra de Opel por parte de PSA suscrito ayer por los máximos responsable del grupo francés y de GM no es el final sino el principio de un arduo proceso de negociación con los representantes de trabajadores de todas las plantas implicadas para definir el futuro plan de negocio y ver cómo se distribuye el trabajo y los distintos modelos entre la marcas.

"Ahora lo esencial es que el comité europeo de Opel/Vauxhall y, por tanto, nosotros ya tenemos voz y cada uno en su planta va estar muy pendiente del contenido de las negociaciones", aseguró ayer Sara Martín, presidenta del comité de empresa de la planta de Figueruelas, consciente de que "todo acaba de empezar". "Mantener la independencia como marca es algo imprescindible", dijo, y "nos ha dado un respiro el compromiso de PSA de respetar los actuales acuerdos".

 
Tras un fin de semana vivido con expectación por los trabajadores de la planta, el comité de empresa les reunió a las 9.45 para explicarles que "hay que esperar a que las direcciones de PSA y Opel en París y Rüsselsheim se pongan a trabajar" para diseñar el modelo de negocio del nuevo gigante en automoción recién conformado y avanzar en la negociación de dicho modelo con la representación de los trabajadores. "Es verdad que fabricar aquí el sucesor del C3 Picasso es un balón de oxígeno para la planta", admitió Sara Martín, pero habrá que estar muy atentos al reparto de modelos y plataformas".

En el comunicado que ayer llevaban los trabajadores al salir de Figueruelas, el consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann, les pedía a ellos y a todos los de las plantas europeas un plus de confianza y les avisaba textualmente de que hay mucho trabajo por hacer. "Muchos detalles necesitan ser llevados a buen término. Seguimos siendo parte de General Motors hasta que la transacción y su negocio se cierre a finales de este año". La presidenta del comité de Figueruelas, sin saber aún cuánto tiempo llevará la negociación, les pedía también tranquilidad, pero sin dejar de estar vigilantes.

Eso dentro de la fábrica. Fuera, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en su visita a las Cinco Villas, apelaba también a la confianza en el futuro de una planta determinante para la economía aragonesa al sostener no solo 5.800 empleos directos sino hasta 20.000 contando con las auxiliares y los proveedores. "Los mensajes que nos han trasladado desde la empresa han sido de calma, de tranquilidad, tanto desde Opel como desde PSA. En el sentido de que esa venta no va a suponer ningún problema para la pervivencia de Opel España, de la fábrica de la planta en Figueruelas". El máximo responsable del Ejecutivo autonómico recordaba haber tenido en los últimos días varios contactos con el ministro de Economía, Luis de Guindos, insistiéndole en ese mismo mensaje de tranquilidad. "Estoy por apostar porque efectivamente no hay nada que temer y la trayectoria de Figueruelas va a seguir siendo exitosa. No hace mucho que se repetía que vivía el mejor momento de su historia y estoy convencido de que esa noticia nos será dada más veces por los nuevos responsables de la empresa".

Más allá de las llamadas a la calma, el presidente del comité europeo de Opel/Vauxhall, Wolfgang Schäfer-Klug, quiso poner el acento en que aunque "hemos conseguido que el estatus de codeterminación persista después de la venta, la aprobación final dependerá del contenido del plan de futuro para Opel/Vauxhall bajo la dirección de PSA". Es decir, los potentes sindicatos alemanes "exigen firmemente que las partes firmantes del acuerdo avancen ahora en un proceso de negociación organizada con todas las partes involucradas para proteger las marcas Opel/Vauxhall, y así prevenir daños futuros". Lo que viene a decir es que el acuerdo de ayer entre GM y PSA fue solo la primera parte de un plan de negocio apenas esbozado que ahora en un plazo de entre seis y nueve meses, antes de que acabe el año, ha de concretarse. Y sobre él van a estar puestas todas las miradas de sindicatos y trabajadores. Y como ‘la unión hace la fuerza’ tanto

CC. OO. como UGT han anunciado reuniones hoy en Madrid y Zaragoza, respectivamente, de los secretarios generales de las secciones sindicales de las tres plantas –la de Opel en Figueruelas y las dos de PSA en Vigo y Villaverde– para definir una estrategia común.

Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón, valoró positivamente el acuerdo entre los dos grupos y "seguir existiendo como marca dentro de PSA" ya que eso significa que "comprador y vendedor (GM) admiten que el "comité de empresa europeo está en la cocina de las decisiones y que es el garante de que se cumplen los acuerdos firmados y el compromiso de asignaciones de modelos". A su juicio, "la mitad de modelos que se van a lanzar en Figueruelas este año ya son PSA y eso es una oportunidad previa, pero hay que ser prudentes" advirtió, ya que entre el acuerdo de intenciones de ayer y la firma de la compra definitiva pasarán meses y "hay que estar muy atentos a ese proceso de negociación en el que vamos a estar presentes, a través del comité europeo, para que el grupo PSA defienda las asignaciones que tenían las plantas de Opel, las presentes y también las futuras", dijo. "Es un proceso que va a ser largo", añadió, por su parte el secretario general de la sección sindical de UGT en Figueruelas, Pedro Bona. "Puede ser una oportunidad. Solo hay que ver cómo estaba PSA antes de la llegada a la presidencia de Carlos Tavares y como está ahora. De entrada, el mensaje ha de ser de absoluta confianza, pero también digo que si lo aprobamos o no como comité europeo dependerá de que se respeten los acuerdos sobre futuros modelos y que sean plataformas compartidas". En este sentido, reconoció que el nuevo Corsa –9BXX como se conoce en interno– para el que ya estaban trabajando los proveedores, a los que se les ha dicho que paren, así como que el Mokka se traslade a la planta alemana de Eisenach en 2019 son decisiones que se quedan ahora en ‘stand by’.

Desde Acumagme apuntaron que es pronto para hacer ninguna valoración: "Hasta dentro de 6 o 9 meses no se va a concretar y algunos de los proyectos para 2019 que adelantó Opel en diciembre no se van a poder llevar a cabo". Desde CGT y OSTA dijeron que "hasta que PSA no nos diga que pretende realmente hacer con Opel no podemos valorar nada".

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