Con la vista puesta en los pasos de Trump

América, primero. Esta frase pronunciada por Donald Trump en su jura como presidente número 45 de Estados Unidos resume muy bien las políticas proteccionistas que quiere impulsar durante su mandato. Unas políticas que implican la revisión de los acuerdos comerciales con el exterior, que las multinacionales terminen con el fenómeno de la deslocalización y el control de las fronteras. Lo volvió a recordar esta misma semana durante su primer discurso ante el Congreso al hacerse eco de una advertencia pronunciada por Abraham Lincoln, el primer presidente republicano de la nación: "Abandonar las políticas proteccionistas por el Gobierno provocará carencias y ruina entre el pueblo". "Y es hora de hacer caso a estas palabras", sostuvo él.

En las pocas semanas que lleva como presidente de la primera potencia mundial, Trump ya ha sacado a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico y ha anunciado que renegociará el Nafta con México y Canadá. Estados Unidos tiene vigentes veinte acuerdos de libre comercio y todo el mundo está expectante ante los próximos pasos que pueda dar. Incluida la Unión Europea, con las negociaciones en el aire del Tratado Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP).

Para Aragón el país norteamericano ocupa el noveno puesto como destino de sus exportaciones, con un valor de 267 millones de euros en 2016 (a mes de noviembre), lo que supone un 2,6% del total. Una relación comercial que, aunque pequeña si se la compara con la que mantiene con la Unión Europea (representa un 71,6%), no ha dejado de crecer en los últimos años. En 2016 fueron 754 compañías aragonesas las que vendieron sus productos en EE. UU.

"En cuanto a volumen no es el mercado más importante, ya que la mayor parte de las exportaciones tienen como destino la UE. Pero fuera de los mercados europeos, es el más importante junto con China (en segundo lugar, con un 2,8%). En los últimos años ha ido en crecimiento el volumen de exportación y la relación comercial con Estados Unidos. Es un mercado muy potente y el crecimiento todavía es altísimo, sobre todo para algunos sectores", explica Nieves Ágreda, directora del Área de Internacional de la Cámara de Comercio de Zaragoza.

Lo que más vende Aragón a ese país es ropa femenina (un 48,8%, que corresponde principalmente al gigante textil Inditex, que cuenta en la capital aragonesa con su centro de distribución de Zara Woman), seguido de maquinaria de transporte y material eléctrico. Sin olvidar el sector agroalimentario, con la exportación de vinos con denominación de origen a la cabeza.

"En el sector agroalimentario siempre va a haber oportunidades porque los productos aragoneses y españoles se identifican con productos de calidad y se demandan. Y también veo muchas oportunidades en empresas tecnológicas. En la parte más industrial, en Estados Unidos se valora mucho la calidad del trabajo de los ingenieros españoles. Somos buenos y encima más baratos comparados con los de su país. El único problema que nos encontramos es que estamos compitiendo con los ingenieros indios, que técnicamente son muy buenos también", destaca, por su parte, Isabel Vinagre, delegada de Aragón Exterior (organismo adscrito a la Consejería de Economía del Gobierno autonómico) para el mercado americano.

Llegar a otras partes del mundo

Esta resalta que la ventaja del mercado americano para las empresas de la Comunidad es que no solo venden a un país sino que también lo hacen a las compañías americanas, muchas de las cuales tienen proyectos por todo el mundo. "Sobre todo las de ingeniería. Por ejemplo, la petrolera Apache Corporation te pide una oferta no para llevar tus equipos a EE. UU. sino para trasladarlos a Egipto donde tiene un proyecto", señala. "Hay oportunidades comerciales claras", añade.

La llegada de Trump a la Casa Blanca no ha modificado los planes de las compañías aragonesas. "A nivel microeconómico, de pyme, no vemos que haya incertidumbre. Cada vez tenemos más demanda de empresas para hacer prospecciones comerciales y temas de adaptación a la normativa", comenta Vinagre.

"Hace unos días nos contactaron dos multinacionales americanas para que les facilitáramos proveedores españoles de depósitos a presión. Todo sigue hacia adelante y no detectamos ningún nerviosismo ni inquietud", afirma la asesora de comercio exterior con Estados Unidos, que recuerda que el americano es un mercado difícil y lo va a seguir siendo bajo la Presidencia Trump. "Al final la dificultad en internacionalización, ya sea EE. UU. u otros mercados, está en los recursos de los que dispone la empresa", dice.

También Nieves Ágreda, de la Cámara de Comercio, coincide en que las empresas aragonesas que están trabajando en ese país siguen adelante con su actividad. "De momento, las políticas comerciales entre la UE y Estados Unidos no han cambiado. Únicamente sabemos que hay una situación de incertidumbre ante esa falta de definición (en referencia a posibles cambios comerciales). Otra cosa es para los que se lo planteen como un nuevo mercado. Ante momentos de incertidumbre, las operaciones se retraen hasta que la situación se clarifique, sobre todo cuando implican inversión", indica.

La diferenciación

Una de las compañías aragonesas enfocada en este mercado (sobre todo al de Nueva York, meca del diseño mundial) es Atarés Mosaics, que elabora y comercializa mosaicos artísticos de mármol. Su director de Proyecto, Daniel Atarés, hace hincapié en que "la diferenciación" es la base para introducirse en él. "Pesa mucho más tu producto que quién eres. Si tienes algo especial lo saben valorar mucho, y eso está muy bien", destaca. Atarés confía en que un posible cambio de políticas no afecte a empresas de diseño europeo. "Van más al tema de China, Asia u otros mercados que están enfocados en el precio en lugar de aportar un valor como hacemos nosotros", señala.

Por su parte, Conchita Morata, la consejera delegada de la zaragozana Colossun, que desarrolla tecnología innovadora para seguidores solares en instalaciones fotovoltaicas y enfocada al mercado de California, recuerda que el eslogan de Trump es hacer "América grande desde el punto de fabricar cosas". "Trabajos más industriales de hardware, que cosas de tecnología", añade.

Aunque están a la expectativa, la empresa sigue trabajando con normalidad. "Estamos en cinco proyectos con compañías internacionales solventes que les da igual que no les vayan a incentivar. Trump está amenazando con quitar las primas a las renovables. Aún no lo ha hecho porque el poder federal no es tan grande. Me gustaría pensar que no va a acabar con el sector. Es capaz de lo mejor y lo peor", recalca.