El grupo cooperativo BSV continua creciendo. A Bodegas San Valero –integrada en la Denominación de Origen Cariñena– y Bodegas Gran Ducay –inscrita en la D. O. Cava– se une ahora Tierra de Cubas, una bodega que perteneció a la empresa del mismo nombre –actualmente en proceso concursal–, en la que el grupo cariñense instalará una cava y unas instalaciones de llenado con capacidad para cuatro millones de botellas.

Está previsto además la inscripción de la bodega –no se sabe todavía si podrá mantener el nombre actual– en la Denominación de origen Cava, ya que está ubicada en Cariñena, municipio en el que la D. O. permite la elaboración de este espumoso.

Situada en una loma desde la que se domina gran parte del territorio que forma la denominación más antigua de Aragón, Tierra de Cubas dispone de una zona de elaboración de vino de calidad, con capacidad para dos millones de kilos de uva, dotada además de depósitos de acero inoxidable y camisas de refrigeración que permiten la fermentación. A ello se suma una bodega de crianza con capacidad para 2.800 barricas, construida bajo tierra para garantizar las condiciones de humedad y temperatura que exigen la guarda de vinos de gran calidad. Y tiene también zonas de embotellado que cumplen los más altos estándares de calidad, así como salas de crianza en botella, en las que el grupo bodeguero espera mejorar la competitividad del negocio del cava en los mercados de exportación."Hotel con encanto"

Pedro Fatás, director general de BSV, prefirió no concretar el montante de la operación firmada el miércoles, pero reconoció que "para nosotros es un esfuerzo importante", destacó.

Pero no solo de vino puede vivir esta bodega y eso quiere aprovecharlo también el grupo cooperativo. De hecho, en el corazón de las instalaciones está enclavado un "pequeño hotel con encanto que conjuga la tradición vitivinícola más arraigada con el lujo y la tecnología", como lo definió el director general de BSV. Este pequeño hotel cuenta con cinco suites, una sala de conferencias y un salón para eventos con capacidad para más de 500 personas.

Con todo ello, señaló Fatás, Bodegas San Valero podrá así "redoblar" su apuesta por los vinos de calidad, por el cava y por el enoturismo. "Un proyecto que apuesta de manera decidida por una tierra con gran potencial", insistió.

No es la única iniciativa en la que trabaja actualmente BSV. El grupo cooperativo, que engloba a más de 400 socios productores que poseen más de 3.500 hectáreas de viñedo, se encuentra también inmerso en un proyecto de cooperación con la cooperativa San Nicolás de Tolentino (SNT) de Almonacid de la Sierra que supondrá la puesta en marcha de la mayor explotación de viñedo ecológico en Aragón. Unos planes de diversificación que el presidente del grupo, José Antonio Ruiz, espera que ayuden a generar mayor rentabilidad y sostenibilidad al negocio, que en el año 2019 cumplirá 75 años de historia.

BSV, que ha vendimiado una media de 22.000 toneladas de uva anuales durante los últimos cuatro año, representa alrededor del 27% de la producción total de la Denominación de Cariñena a la que pertenece y el 17% del vino producido en Aragón. El grupo, que emplea a más de 80 personas fijas, cuenta con seis líneas de embotellado y exporta el 57% de sus vinos a más de 23 países.