Senderos de Teja o cómo llenar de vida el medio rural

Israel Zapata, Rosa Roca y Diego Quesada eran tres urbanitas de Madrid, Mallorca y Zaragoza, respectivamente, que querían dar un giro a su vida y establecerse en el medio rural. Así llegaron hace cuatro años a Calcena, pequeño pueblo cercano a Calatayud, donde se adjudicaron la gestión del albergue municipal y donde promocionan el deporte que les gusta, la escalada. Desde hace unos meses gestionan también el camping de Trasobares (adjudicado asimismo en concurso público), y en su afán de trabajar con más ímpetu en conseguir que nuestros pueblos no se queden vacíos han creado Senderos de Teja, una empresa social que quiere revitalizar entornos rurales y hacer la vida más llevadera a sus habitantes.

Calcena ha aumentado su población en este tiempo un 40% (ahora tiene 20 habitantes, apunta Israel Zapata, reconociendo que con esos exiguos números la meta quizás no sea tan extraordinaria), y Trasobares un 5%, datos que en todo caso reflejan que uno de los objetivos de Senderos de Teja, que cuenta ya con ocho trabajadores (los tres socios y cinco más), ya se va cumpliendo. Ahora, con la sociedad limitada constituida (en junio pasado), se intentará que al albergue que gestionan vengan personas que puedan teletrabajar o llevar a cabo proyectos temporales, lo que se traducirá en un incremento de la actividad, sin olvidar la atención que se presta a personas mayores, especialmente durante el invierno. Más adelante quizás se pueda ampliar el radio de acción a otros pueblos cercanos con potencial para realizar actividades diversas –porque tienen senderos que se pueden recorrer en bicicleta u otras peculiaridades– e incluso traer a extranjeros que quieran pasar temporadas y no estar del todo aislados porque tienen a su disposición nuevas tecnologías.

De estos planes hablaron los socios de Senderos de Teja en el programa de la preaceleradora de proyectos Startup Pirates Zaragoza, que se celebró a lo largo de la semana pasada y que decidió reconocer esta y otra iniciativa como las más destacadas de la que fue su quinta edición. El otro proyecto premiado se denomina ‘Nice to eat you’ y consiste en una aplicación centrada en evitar el desperdicio de comida al poner en contacto a empresas de alimentación y restaurantes y posibles clientes.

Adrián Espinosa, Paul Melero, Enrique de Miguel y Daniel Palacios son los ‘padres’ de la idea de que tiendas y restaurantes aprovechen sus alimentos que estén próximos a caducar vendiéndolos a precios más bajos, creando así un nuevo canal de venta que funciona con su nueva aplicación. "El proyecto está en fase embrionaria, pero en Startup Pirates nos ayudaron a desarrollar el modelo de negocio y ver la viabilidad del mismo, ahora nos toca a nosotros trabajar para hacerlo tangible", señala Espinosa.

Esta última edición de Startup Pirates, organizada por Paola Fatás, Carlos Amselem y María Jordán en Zaragoza Activa, recibió al inicio de la semana pasada 25 proyectos, varios de ellos impulsados por emprendedores de mayor edad que en otras ocasiones. A Fatás, que participó en la primera edición y ha organizado las cuatro siguientes, le gusta definir Startup Pirates como una "aceleradora de personas", ya que el campo personal es en el que más se trabaja de lunes a domingo.