Con el lema ‘No a los contratos basura, los bajos salarios y la precariedad’, UGT y CC. OO. se sumaron ayer con concentraciones en las principales capitales de España a la celebración del ‘Día mundial por el trabajo decente’. “En España el 52% de los contratos que se hacen son a tiempo parcial. Solo el 48% tienen carácter indefinido, estable y a tiempo completo”. La brecha cada vez mayor entre trabajadores estables y temporales y la fractura social generada por la crisis fue denunciada ayer por Ramón Górriz, secretario confederal de Acción Sindical de CC. OO. y Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, que estuvieron ayer en Zaragoza para participar en una asamblea de delegados y luego en una concentración en la plaza del Pilar.

“No hay derecho a que de cada 100 contratos que se hagan en este país, 95 sean temporales y que los tribunales europeos tengan que dictar sentencias para decirnos que no puede haber discriminación entre trabajadores temporales e indefinidos”, criticó Górriz. “Hay que derogar ya la reforma laboral y recuperar la negociación colectiva para frenar la elevada precariedad que están sufriendo los trabajadores de este país”, dijo. Una precariedad  laboral que Antoñanzas, de UGT, cifró 30 puntos por encima de que la existe en Grecia. “Que no nos quieran engañar. La patronal no puede decir que hay un 75% de empleo estable e indefinido en nuestro país y un 25% temporal porque hace tiempo que dejó de ser así. Ser indefinido ya no garantiza tener un contrato estable y de calidad sino que mucho indefinido lo es también a tiempo parcial y con salarios indecentes”, explicó subrayando que menos de la mitad de los trabajadores de este país, un 48%  todavía conservan un trabajo estable, indefinido y que les permite llegar a fin de mes.

Ambos líderes sindicales exhortaron a los cientos de delegados que fueron a escucharles en el salón Aragón de Ibercaja a seguir peleando en las empresas por unos derechos recortados durante la crisis que “hay que revertir haciendo que el convenio sectorial vuelva a primar sobre el convenio de empresa”. Solo así, dijo Antoñanzas, “se conseguirá proteger también bajo su paraguas a los empleados de las pymes que suponen el 90% del tejido empresarial de nuestro país”.

Asimismo tanto Górriz como Antoñanzas se refirieron a la necesaria subida salarial que ha de recoger el próximo Acuerdo de Negociación  Colectiva (ANC) que los sindicatos han empezado a negociar con las patronales, CEOE y Cepyme, en Madrid. “Hay que alcanzar un acuerdo de recuperación del poder adquisitivo porque los beneficios empresariales no han dejado de crecer”. Sobre la subida que exigirán, Antoñanzas se refirió a la marcada por UGT de un 4% para los próximos años, pero precisó que “de momento no la podemos fijar a expensas de saber la capacidad real de cada sector de subir los salarios”.

La baja ejecución del Plan de Garantía Juvenil y el tirón de orejas que la UE ha dado a España por no aplicarlo fueron también criticadas por los representantes de UGT y

CC. OO. “No es admisible que la ejecución no llegue al 30% cuando el porcentaje de parados de menos de 25 años se sitúa en el 50%”, criticó Gorriz, mientras que Antoñanzas lamentó que “este programa como otras políticas activas de empleo no hayan funcionado porque el Gobierno español no ha querido cofinanciarlas”. “Miles de millones de euros se han perdido por este motivo”, advirtió.

Por último, hicieron hincapié en que revertir la elevada precariedad del empleo en nuestro país pasa necesariamente por derogar la reforma laboral, subir los salarios y devolver el protagonismo que merece a la negociación colectiva. Criticaron también a las empresas multiservicios que están degradando el mercado laboral y haciendo que dos personas en la misma empresa, dependiendo de quien la contrate puedan cobrar hasta una 50% de diferencia.