BSH España cierra 2015 con una facturación de 1.580 millones, un 2,48% más que el año anterior

La compañía de electrodomésticos mejora su cuota de mercado nacional en un punto, hasta el 39,5%. La ampliación de la planta de Montañana copa gran parte de las inversiones.

Una trabajadora, en la fábrica de electrodomésticos de BSHEspaña en Montañana (Zaragoza).
Una trabajadora, en la fábrica de electrodomésticos de BSHEspaña en Montañana (Zaragoza).
BSH

BSH Electrodomésticos España registró en 2015 un volumen de negocio de 1.580,24 millones de euros, monto económico que supera en un 2,48% la cifra obtenida el ejercicio anterior (1.542 millones), según consta en el Registro Mercantil de Zaragoza. La empresa que pilotan José Longás, su director general, y su equipo mantiene su buena salud, con un peso importante de su actividad en emplazamientos zaragozanos (oficinas centrales, centro logístico y tres fábricas) y con tres marcas líderes en nuestro país –entre ellas la aragonesa Balay– con una cuota del 39,5%, lo que supone un crecimiento de un punto respecto a 2014, tal y como recoge el informe anual de la compañía de 2015.


BSH España reseña en ese informe anual los hitos más relevantes de 2015 en términos de negocio, innovación y sostenibilidad y demuestra, con datos, que esta filial española del grupo alemán BSH –propiedad ya solo de Bosch, tras la retirada del capital (hace más de año y medio) de Siemens– es muy importante para la multinacional. En España BSH tiene siete fábricas (las dos de Montañana y la de La Cartuja en Aragón, dos en la localidad navarra de Esquíroz, una en Santander y otra en Vitoria) y posee cinco centros de competencia, desde los cuales desarrolla para todo el grupo tecnologías en bombas de calor para secadoras, cocción a gas, cocción a inducción, planchado y tecnologías transversales a todos los productos. "En una empresa global como BSH, el tener capacidades de I+D y contribuir de esta forma al desarrollo del grupo es esencial para anclar una actividad a un territorio concreto", apunta José Longás en el informe.


Según se recoge en el mismo documento, BSH España cerró 2015 con una plantilla de 3.996 trabajadores, un número muy cercano al registrado a 31 de diciembre de 2014 (4.064 empleados, lo que supone una caída del 1,6%), aunque la compañía ya precisa que estos números oscilan en función de la demanda de los productos que se producen aquí y su comportamiento en los mercados a los que sirve.


En cuanto a marcas, en 2015 Bosch continuó en primera posición en el mercado español de grandes electrodomésticos, con un 16,2% de cuota de mercado. Balay se situó en la segunda posición, con un 15,3% de cuota, y Siemens en tercer lugar, con una participación del 7,5%. En el apartado de pequeños electrodomésticos, BSH España ocupó la segunda posición en 2015 con una cuota de participación del 13,9%.

Apuesta por Zaragoza

No ofrece el informe anual de BSH cifras sobre inversiones, si bien es previsible que en el total de las que se materializarán a lo largo de este año el peso de los centros zaragozanos sea importante. Hace unos meses el propio José Longás indicó que si el grupo invierte al año más de 40 millones de euros en producto, desarrollo y crecimiento en las plantas españolas, "la mitad de esa cifra se quedará en las zaragozanas". Esto se notará (se está notando ya, de hecho), en las instalaciones de BSH en Montañana, cuya ampliación –que se prevé esté completada totalmente a mitad de 2017– permitirá ordenar mejor los flujos de entrada de materiales, abrir hueco para nuevas líneas de placas de inducción y separarlas de las de hornos, entre otras cosas. La planta de La Cartuja, por su parte, recibiría una inversión de más de 5 millones de euros para ampliar su gama de lavadoras.


En el informe anual BSH recoge que el centro de tecnología de inducción de Montañana amplió sus instalaciones y, por tanto, su capacidad innovadora en 2015: "Ha pasado durante este año de ser un edificio de cuatro plantas a seis, con una superficie útil adicional de unos 1.500 metros cuadrados. Este espacio adicional permite potenciar la actividad del centro de inducción, ampliar la capacidad del centro de innovación y tecnología corporativa, y facilitar la creación del centro de competencia en software para ‘user Interfaces’". Este nuevo centro, precisa, se dedicará a la I+D de software para nuevos interfaces de usuario y sensores de última generación.

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