La sequía deja sin pastos al ganado en Aragón y comienza a poner en peligro los cultivos

UAGA solicita una reunión urgente de la Mesa de Producciones para valorar pérdidas y buscar soluciones.

La sequía comienza a pasar factura a la rentabilidad de las explotaciones agrarias aragonesas. La falta de precipitaciones y las altas temperaturas han dejado sin pastos al ganado extensivo (vacuno y ovino) y se teme ya las numerosas pérdidas que la ausencia total de lluvia están comenzando a provocar, especialmente, en los cultivos leñosos.


"El pasado lunes llovió por primera vez en Bielsa en todo el verano", señaló ayer José Manuel Penella, secretario general de UAGA, para ejemplificar la "terrible sequía" que sufren muchas de las zonas productoras de la Comunidad. Ninguna de las tres provincias, destacó, es ajena a los perjuicios que está causando la ausencia casi total de lluvias.


Los datos de UAGA así lo demuestran. En Zaragoza, la comarca de Daroca no ha visto caer una gota desde el pasado 2 de junio, por lo que el girasol, que tuvo buena nascencia, se está secando y las parcelas de cereal ya cosechadas no se pueden labrar. Un mes antes, en mayo, fue el último que las tierras de Campo de Borja se regaron con lluvia. Una circunstancia que ya ha obligado a suministrar agua al ganado, cuya alimentación hay que complementar ya con pienso. "Aunque la cosecha de cereal ha sido buena, los animales no pueden utilizar la rastrojera porque la falta de lluvia ha impedido que salga grano", señaló Penella, que destacó que en la comarca de Caspe apenas cayeron 0,2 litros en julio, muy lejos de los 36,2 litros que recibió esta zona en el mismo mes del pasado año.


Tampoco ha llovido desde junio en la comarca de Cariñena, donde las viñas de secano "van mermando el fruto día a día" y en las de regadío los pozos están bajando de nivel, lo que provoca un mayor gasto de energía. Una situación que se repite también en el regadío de Campo de Belchite y en Calatayud.


El almendro es uno de los cultivos más afectados por esta sequía. La buena cosecha que se esperaba podría verse muy mermada, explicó el dirigente de UAGA,"porque cuando el árbol sufre la falta de agua se defiende y no abre la cáscara".En todo el Pirineo


Desde la Jacetania al Sobrarbe, pasando por el Alto Gállego y la Ribagorza, los pastos se han secado en todas las comarcas del Pirineo, lo que obliga a los ganaderos de ovino a tener estabulados los animales desde hace 15 días.


Incluso hay rebaños de vacuno que no han subido a puerto y tienen también que permanecer en las explotaciones. No es posible tampoco realizar las labores de siembra. En comarcas como la Hoya de Huesca, Monegros o Somontano la sequía está haciendo mella en los cultivos de secano y ha provocado el incremento de los consumos de agua para el regadío. De hecho, según los datos de UAGA, en las comunidades de regantes, con carácter general, el consumo de agua en agosto se ha incrementado un 20% respecto a la media de años anteriores, "dificultando así el transporte de agua por acequias y tuberías".


Tampoco ha llovido nada en todo el verano en algunas zonas de la provincia turolense. En Albarracín o en la comarca de Teruel apenas han caído 1,2 litros en julio "cuando el pasado año cayeron cerca de 40 litros", señaló Penella, que destacó la dramática situación que se vive en las Cuencas Mineras, donde los ganaderos llevan tres meses suministrando agua y pienso a sus animales. La sequía ya había mermado la cosecha de cereal en esta provincia, en algunas explotaciones hasta un 60%, y ahora se teme por el futuro de las cosechas de girasol, almendro y trufa.


Con todos estos datos en la mano y la preocupación que suscitan, UAGA solicitó ayer a la consejería de Desarrollo Rural una reunión urgente de la Mesa de Producciones tanto para valorar las pérdidas como para analizar toda una batería de propuestas con las que minimizar las afecciones que está causando la sequía.

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