La Audiencia Provincial de Zaragoza ha declarado nulo un contrato de ‘swap’ o permuta financiera contratado por una empresa de alimentación y condena al BBVA a devolverle 111.075,14 euros –que ha consignado en el juzgado– por la totalidad de cargos y abonos producidos como consecuencia del contrato. La sentencia de 21 de junio de 2016 revoca la dictada en noviembre de 2015 por el juzgado de Primera Instancia número 17 de Zaragoza que dio la razón a la entidad financiera y consideró válido el contrato por entender que el cliente tuvo "cabal y completo conocimiento de lo que contrataba".

Sin embargo, ahora la Audiencia declara la nulidad del contrato, que se celebró por teléfono, porque a pesar de que el cliente podía tener ciertos conocimientos financieros hubo una "absoluta falta de información sobre el mismo", que califica de producto "complejo", "especulativo", que no podía rescindirse y reconoce que hubo "error en el consentimiento"."Desinformación"

En 2006 el demandante pidió una hipoteca para ampliar las instalaciones de su empresa y después recibió una llamada del banco ofreciéndole lo que él creyó, según alegó en la demanda, un seguro para protegerle del aumento de los intereses. "La conversación telefónica revela que por parte del banco existió una completa desinformación al cliente", explican desde el despacho SMF Monclús Abogados que ha defendido al empresario. La sentencia recoge que "en ningún caso se le indicó que dicho contrato podría tener consecuencias desastrosas para el mismo si el euríbor bajaba". El fallo apunta a una "mala praxis" del empleado del banco ya que le habló "de forma perseverante" de una "fuerte subida de tipos" y le dio ejemplos de lo que cobraría en este escenario, pero no de lo que tendría que pagar si los intereses bajaban –como ocurrió– y el elevado coste de cancelación. Durante 21 meses recibió liquidaciones positivas, pero luego tuvo que pagar. El banco debe devolver el dinero pagado por el cliente (menos el cobrado), intereses y costas.