La dirección de General Motors España ha decidido adelantar en la fábrica de Figueruelas días del expediente de regulación de empleo (ERE) que tenía previsto señalar después de las vacaciones de verano ante la posibilidad de que se suspenda el suministro de asientos del modelo Corsa si la huelga de los trabajadores de la planta de Lear en Épila, convocada para doce días desde el lunes, finalmente se llevara a efecto.

Representantes de la dirección y del comité de empresa de la factoría de Lear sostuvieron durante el día de ayer una negociación de varias horas en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) en la que se registraron avances, si bien los dirigentes sindicales señalaron que no hablarían de lo abordado en el encuentro hasta después de la asamblea que celebrarán hoy con la plantilla de la planta de Épila. "Hay contenido", apuntaron fuentes cercanas al diálogo sin especificar nada más, dejando entrever así que el encuentro con la dirección fue muy diferente al del día anterior, en el que las posiciones estuvieron muy alejadas y no hubo "ni un milímetro de avance", según responsables sindicales.

Horas antes del inicio de la negociación en el SAMA General Motors ya había informado a sus trabajadores que los días de ERE que hubiese fijado para el tercer trimestre del año por el exceso de capacidad en la línea del Corsa (la 2) serían señalados ahora "a la vista de las actuales circunstancias, con serio riesgo de falta de suministro de asientos" y "en tanto se mantenga la situación", en referencia a la posible huelga en Lear, convocada para doce jornadas que se prolongarían hasta el 29 de julio.

En un comunicado dirigido a la plantilla de la factoría de Figueruelas, GM recuerda que el turno de noche del domingo 17 al lunes 18 ya estaba señalado como no productivo y que ahora fija también como no productivos el del turno de tarde de ese lunes 18 y los que siguen a continuación "hasta que se comunicara en su caso la reanudación de la producción". En determinadas áreas de la fábrica zaragozana, como Prensas y Body, apunta también la compañía en la nota, "la interrupción de la actividad se adaptará a las necesidades concretas del área, de acuerdo con los envíos a realizar y producción por modelos".La negociación en el SAMA

Dirección y comité de Lear están negociando formalmente un nuevo convenio, ya que el anterior (de cuatro años) venció el pasado 31 de diciembre, si bien en el fondo de lo que se está hablando es de lo que hará la compañía (y cómo afectará la decisión a los trabajadores) después de 2018, cuando deje de suministrar los asientos del Opel Corsa, ya que en el nuevo modelo del utilitario que se lanzará ese año esa pieza será fabricada por la empresa Johnson Controls en la planta que tiene en la localidad zaragozana de Pedrola. Sin ese contrato están en peligro más de 300 puestos de trabajo (la fábrica epilense cuenta con 250 empleados fijos y entre 70 y 80 eventuales). En Épila también se trabaja para el grupo francés PSA, pero continuar solo con ese pedido no sería una opción viable. Los sindicatos querrían que en la mesa de negociación estuviese Johnson para ver si esta compañía pudiese absorber parte del empleo que se perderá en Lear, pero tal llamamiento no ha tenido eco.

UGT y Comisiones Obreras están reclamando la constitución de una mesa del automóvil en Aragón para evitar precisamente casos como este. Una mesa en la que ante el eventual cierre de una fábrica los trabajadores de la misma sean los primeros que puedan ser contratados por una planta que necesite personal para hacer frente a nuevos pedidos.

Los sindicatos de Lear en Épila han defendido en la negociación una cláusula incluida en el anexo del anterior convenio laboral que garantiza a quienes salgan de la empresa 55 días por año trabajado con un límite de 42 mensualidades y un lineal de 4.500 euros.