La construcción de la nueva fábrica de Pikolin concluiráen noviembre

?El grueso de la obra, cubiertas y fachadas, está terminado y faltan tres meses para acondicionar los interiores.

Emilio Valero, responsable de construcción de Pikolín, es una de las naves de la nueva fábrica
Emilio Valero, responsable de construcción de Pikolín, es una de las naves de la nueva fábrica
Raquel Labodía

Pese a que los plazos de construcción de la nueva fábrica de Pikolin eran muy apretados, se están cumpliendo, de forma que la obra estará terminada en noviembre para realizar el traslado antes de que acabe el año y ya en 2017 estar produciendo colchones en Plaza. Así lo adelanta Emilio Valero, responsable técnico de construcción de Pikolin, que agradece el esfuerzo de todos los trabajadores de la UTE –formada por Aragonesa de Caminos y Canales (ACYC), junto a la valenciana Pavasal y la firma Elecnor–, así como de la ingeniería Idom por cumplir.


La intención es a finales de julio empezar a meter algunas máquinas, las nuevas, de cara a prepararlo todo para el traslado general en diciembre del grueso de la maquinaria que está en la fábrica de la carretera de Logroño y que la producción no se vea afectada. De hecho, el calendario laboral se pactó pensando ya en este cambio de instalaciones, desde la antigua factoría de la carretera de Logroño a Plaza.


Actualmente, se ha ejecutado el 65% de la construcción de la nueva fábrica, subrayó Valero. "Fachadas y cubiertas está todo terminado y hace meses se acabó la cimentación. Finalmente, se metieron por debajo 17.000 metros lineales de pilotes, lo que equivale, para hacerse una idea, a que uno encima de otro es el monte Everest dos veces". En fachadas, comenta, "tenemos 52.000 metros cuadrados que dicho así parece poco, pero es como un muro de 12 metros de altura y una longitud desde el puente de Las Fuentes al del Tercer Milenio; y en cubiertas, acabadas al 100% –sin contar la nave de almacén logístico terminado desde 2011–, suman 84.000 metros cuadrados, que junto a los más de 7.000 de las oficinas generales equivaldrían a poner un colchón al lado del otro de tal manera que podría dormir toda la ciudad de Huesca", explica el responsable de construcción del grupo Pikolin, que está invirtiendo más de 50 millones en la nueva fábrica. Según Valero, lo más complicado ha sido la cimentación en un principio, y, ahora, la coordinación de gremios. "Quizá es la fase más difícil ya que hay más gente interviniendo en obra. Tenemos puntas de 350 personas entrando a trabajar a diario".Una gran apuesta por Zaragoza


Emilio Valero destaca que no habrá color entre las nuevas instalaciones y las antiguas de la carretera de Logroño. "Una fábrica que se hizo hace 40 o 45 años no tiene nada que ver la que estamos construyendo en cuanto a sostenibilidad, ahorro energético. Aquí se están poniendo todos los medios y últimos adelantos para que se trabaje lo más a gusto posible". Aun quedando tres meses de trabajo por delante, Valero afirma estar "orgulloso de poder hacer una fábrica nueva porque al final es bueno para el grupo y los trabajadores ya que si no hubiera confianza en el futuro no se haría una inversión de estas características".


A su juicio, "poder haber intervenido en un proyecto de esta magnitud en beneficio no solo del grupo Pikolin sino de toda la ciudad de Zaragoza" le llena de orgullo "por todo el trabajo que se va a generar aquí y se va a a quedar en la región".


Emilio Valero reconoce que desde los tiempos de la Expo de Zaragoza en 2008 no se veía en la ciudad una obra de esta envergadura y que "a nivel nacional puede haber tres o cuatro solo en este momento". "Ha sido un reto importante", añade, con el que Pikolin completa un proyecto iniciado hace cinco años, en 2011, pero que la crisis dejó aparcado y que se ha retomado ahora.


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