​Concentración en Épila en defensa del futuro de la planta de Lear

“El pueblo se ha volcado con los trabajadores”, manifestó Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón.

Defender el empleo antes de perderlo. Ese es el motivo que sacó este sábado a la calle a un millar de personas (según los sindicatos y 300 según la Delegación del Gobierno en Aragón), entre trabajadores y familiares de la auxiliar Lear en Épila, que se concentraron a las puertas del Ayuntamiento de la localidad zaragozana para pedir carga de trabajo más allá de 2018. Respaldados también por otros compañeros del sector de la automoción, reclamaron a la dirección de la multinacional un plan industrial que les permita seguir vivos después de 25 años trabajando para el Corsa, uno de los modelos de mayor éxito de Opel. Precisamente, la falta de información sobre la adjudicación de los asientos de la nueva generación de este vehículo ha hecho saltar todas las alarmas. Aunque la plantilla, de más de 300 trabajadores, fabrica también los asientos del Cactus Citroën para la planta que PSA tiene en Villaverde (Madrid), el grueso de su trabajo es para los del Corsa. De ahí, que la compañía diga que sin Corsa no hay futuro.


“El pueblo se ha volcado con los trabajadores”, manifestó Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón. “Hay indicios de que Lear no quiere seguir con el negocio aquí. Y por eso, la movilización que acabamos de empezar”, añadió. “La dirección de Lear tiene que cumplir con sus trabajadores y darles soluciones”, reclamó. Eso es precisamente lo que pidió el manifiesto al que dio lectura Isidro Agustín Martínez, presidente del comité de empresa, de UGT, quien abundó en la necesidad de un plan industrial para la planta de Lear en Épila, así como un plan social que garantice la continuidad del empleo dentro de dos años. Varios políticos de la comarca, así como el alcalde de Épila, Jesús Bazán, presidieron esta concentración.


Juan Arcéiz, secretario general de MCA-UGT Aragón, la consideró un éxito. “Ha venido toda Épila y mucha gente de la comarca a apoyar a la plantilla de Lear”, indicó. “Lo que se ha vuelto a exigir a la multinacional es que nos diga lo que hay por duro que sea, que nos confirmen si están adjudicados o no los asientos del nuevo Corsa y qué va a pasar con la plantilla”. A su juicio, después de esta protesta, “la dirección de Lear no puede seguir escurriendo el bulto”. No obstante, el comité y los trabajadores, dijo, no van a parar. Han pedido ya la implicación del Gobierno de Aragón y también del Ayuntamiento de Zaragoza y van a presentar mociones a los distintos partidos políticos para que les apoyen en esta pelea por defender más de 300 empleos.


La concentración de este sábado llega después de que la nueva reunión este viernes con la dirección de Lear resultase infructuosa. Según CC. OO., la dirección no clarificó si GM ha adjudicado o no los asientos del Corsa ni a quién lo ha hecho y se limitó a trasladar a la representación sindical el problema de la carga de trabajo a futuro y la búsqueda de soluciones. No obstante, la respuesta sindical es que para actuar han de saber a qué proveedor le han asignado el Corsa, pero, al parecer, criticaron, “les interesa más mantener la ambigüedad”. Otras fuentes conocedoras del sector aseguran que la decisión de adjudicación de la nueva generación del Corsa por parte de GM está probablemente tomada y que recaerá en Johnson Controls Pedrola, auxiliar a la que han asignado también componentes para el nuevo Meriva y el sucesor del C3 Picasso, modelos que fabricará la factoría zaragozana de Figueruelas el próximo año. UGT considera que la dirección de Lear está tratando de ocultar el reparto del trabajo que en Alemania han hecho las dos multinacionales, Johnson Controls y Lear, quedándose la primera con el negocio de GM en Aragón y la segunda con el de Ford en Valencia, sin pensar en las consecuencias para la plantilla.

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