2015 fue un buen año en general para la industria auxiliar de la automoción en Aragón. CEFA logró incrementar su cifra de negocio un 39,1% pasando de los aproximadamente 70 millones facturados en 2014 a los 115 millones con que cerró el año pasado. Un aumento que, explicaron desde la compañía que dirige Juan Manuel Blanchard, se ha debido fundamentalmente a la coincidencia en ese año de tres lanzamientos por parte de distintos fabricantes, el nuevo Corsa que GM España empezó a fabricar en noviembre de 2014, así como la nueva Vito de Mercedes y el modelo Pulsar de Nissan, tres vehículos para cuyo interior CEFA hizo bastantes piezas durante 2015. Aunque para el Corsa, el modelo de referencia de Figueruelas, fue para el que más produjo ya que para esta quinta generación fabrica, además del panel de instrumentos, las puertas, la consola central y los revestimientos del maletero.

Las expectativas para 2016 son consolidar esta facturación e incluso mejorarla, anticipó Blanchard, ya que este año precisamente CEFA empezará a fabricar el salpicadero para el Mokka X, que se presentó en el Salón de Ginebra y cuyo lanzamiento tendrá lugar en Figueruelas en septiembre. Un tablero de instrumentos que para el modelo anterior del Mokka venía de Corea, pero que a partir de ahora está localizado ya en este proveedor aragonés. Además, CEFA está ya preparando numerosas piezas de interior para el nuevo Meriva, que se lanzará previsiblemente en abril de 2017 y también para el sucesor del C3 Picasso, aunque la curva de lanzamiento de este modelo se pospondrá unos meses, previsiblemente, hasta agosto del próximo año. Es decir, que CEFA trabajará para todos los modelos de Opel. Algo que les ha permitido, apuntaron desde la firma, generar 160 empleos directos en estos dos últimos años, sumando los de CEFA y también la empresa MRA (Módulos Ribera Alta), que forma parte de la firma. Entre las dos suman unos 480 empleados.

Las inversiones por valor de 17 millones, anunciadas por CEFA en septiembre de 2014, son las que han hecho posible en estos dos últimos años adaptar la planta de Malpica a las necesidades de los nuevos modelos que Opel lanzará el próximo año y previsiblemente también para los desarrollos del siguiente Corsa, ya la sexta generación, que GM lanzará en 2018. Aunque la multinacional no lo ha confirmado oficialmente, fuentes del sector indican que ya están adjudicadas buena parte de las piezas a proveedores de la región, que han realizado un enorme esfuerzo para adaptar su capacidad tecnológica a los requerimientos de la multinacional para ser más competitivos.

Recientemente, David Romeral, director gerente del Clúster de la Automoción en Aragón (CAAR), cifró en 120 millones las inversiones de la industria auxiliar aragonesa este año para poder suministrar en 2017 componentes a los nuevos modelos de Opel y de otros fabricantes como Volkswagen o PSA. Si el lanzamiento del Mokka en 2014 fue ya determinante, recordó Romeral, el de la nueva versión X, desde septiembre, supondrá más carga de trabajo, que se incrementará de nuevo en 2017 con los dos modelos que lanzará GM España y que la compañía espera le permitan volver a utilizar al máximo la capacidad productiva instalada en la factoría zaragozana.