Dietmar Breidert: "En la logística del Mokka se ha hecho una obra maestra"

El ingeniero jefe del proyecto Mokka valora la implicación de la planta de GM en Figueruelas en la producción del modelo que vino de Corea.

Dietmar Breidert, con un nuevo Mokka X en el Salón del Automóvil de Ginebra.
Dietmar Breidert, con un nuevo Mokka X en el Salón del Automóvil de Ginebra.
L. H. M.

-Como principal responsable del proyecto Mokka ha tenido que emplearse a fondo para conseguir en un tiempo récord que se produzca en Zaragoza un modelo que se fabricaba en Corea del Sur. ¿Cómo ha sido ese reto?

-Traer el modelo a Europa ha sido un desafío enorme. El mayor problema era conseguir llegar a tiempo en la gestión total del proyecto. Teníamos solo año y medio para traer la producción del vehículo a Europa y además teníamos que asignar la fabricación de componentes más cerca de la planta. En algunos casos traerlos en barco era excesivamente caro para reducir el coste del producto y había que conseguir a cualificados proveedores, emplear bien el presupuesto, etc. Todo eso generó muchísimo trabajo.


-¿Cómo está el proceso hasta ahora, se puede dar por hecho que el traslado es total?

-Está casi concluido. Creo que tres meses después del inicio de la producción ya teníamos asignados casi todos los proveedores de piezas. En algún caso no se consiguió para estar listo en 2014, pero sí un poco más tarde, porque todo tiene que ser testado, comprobar que responde a índices de calidad, etc. Pero la mayor parte de las piezas ya estaban para el inicio de la producción, me refiero a las que teníamos que relocalizar: las grandes piezas y aquellas que por su calidad era preciso que estuviesen en Zaragoza.


-¿Qué porcentaje de los componentes del Mokka han sido ya relocalizados a Europa?

Alrededor del 50%.


-¿Cambiará esa cifra?

-No, porque en unos casos es más barato traer piezas en barco desde Asia y porque algunos componentes no pueden ser relocalizados porque son compartidos globalmente con otras plantas hermanas del grupo GM, de Chevrolet y Buick, que tienen vehículos similares que comparten componentes con el Mokka. En ciertos casos solo hay un proveedor global y eso no puede cambiarse, no tiene sentido. Todo lo que tenía sentido hacer en Zaragoza desde el punto de vista del negocio lo hemos hecho.


-Traer el Mokka de Corea a Zaragoza fue un reto especialmente duro en materia de logística. ¿Había usted trabajado en algo así antes?

-No. Ha sido muchísimo trabajo, con una gran labor de coordinación en el traslado de piezas desde Corea principalmente. Muchas piezas primero se concentran en nuestra planta de ahí, luego se envían en barco a Barcelona y de ahí a un centro de consolidación cerca de la planta de Zaragoza antes de ser enviadas a esta. En logística yo diría que se ha hecho una obra maestra. Los chicos que trabajan en esto hicieron un gran trabajo y continúan haciéndolo. Hay que saber que las piezas tardan en llegar de Asia a España 12 semanas, lo que obliga a coordinar bien la cadena de suministro y controlar todos los cambios que realizas, porque si no, tendrías muchos problemas.


-Había mucha prisa puesto que la producción comenzó en septiembre de 2014.

-Exactamente, el 24 de agosto.


-¿Llegan ahora menos barcos con piezas para el Mokka que los que llegaban entonces?

-Unos poco menos, porque asignamos la producción de algunas piezas después del lanzamiento. Lo que tenemos ahora es estable.


-¿Cómo ha sido trabajar con los profesionales de GM en Zaragoza, lo había hecho usted antes?

-Sí. Yo estuve en ingeniería de manufacturas al principio de los años 90 y desde entonces he trabajado mucho con mis colegas españoles, especialmente con la gente de Prensas e ingeniería. Me gusta mucho ir a España. Cuando tenemos lanzamientos siempre hay una gran implicación, mucho apoyo de los profesionales de Zaragoza.


-¿Cuántas veces al año viaja a la capital aragonesa?

-Unas cuatro o cinco veces al año voy. Sigo coordinando el proyecto Mokka, de hecho estuve la semana pasada ahí para revisar los parámetros de calidad. Aún tendré que ir dos veces más durante los próximos tres meses.


-¿Está el proyecto ganando aún más en calidad?

-La calidad del Mokka fue muy buena desde el inicio porque teníamos un buen equipo en España que quería hacer las cosas mejor que como las hacían en Corea. No puedes tener dos niveles diferentes de calidad con el diseño definido, pero ellos estuvieron muy cerca de la óptima desde el principio y tuvieron una excelente preparación para conseguir que el coche saliera bien.


-¿Cambiará mucho el trabajo de quienes lo hacen en el Mokka ahora que sale la versión X?

-El trabajo no va a ser muy distinto del que se hace ahora, ya que las medidas de calidad se han instaurado desde el primer momento, instando también a los proveedores a seguir al detalle los mismos estándares.


-¿Es el coste de fabricar el Mokka en Corea similar al que cuesta en Zaragoza?

-No puedo hablar de eso.


-¿Y el número de gente que trabaja para el vehículo en un sitio y otro es similar? ¿Se pueden hacer comparaciones de ese tipo?

-No, no es fácil hacerlo. El Mokka está en la misma línea del montaje del Meriva y en Corea hay cinco productos en la misma

línea, por tanto no se pueden comparar. En Corea se hacen tres SUV distintos y dos del tipo del Corsa.


-¿Qué espera del nuevo Mokka X?

-Será un gran éxito. El coche ha subido de nivel, con mejores acabados y prestaciones que solo tenían los modelos premium.

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