Cándido Méndez: "Hay un escenario en el que los sindicatos son insustituibles"

?El secretario general de UGT deja atrás un largo liderazgo en el sindicato que, explica, debe afrontar grandes cambios con menos recursos y trabajar con mayor transparencia.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, dejará el cargo el próximo mes de marzo tras 22 años al frente de la central.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, dejará el cargo el próximo mes de marzo tras 22 años al frente de la central.
Alberto Ferreras

Entre el país que encontró en 1994 y el actual, tras ocho años de crisis, ¿con cuál se queda?

Me quedo con este. Nunca he tenido nostalgia del pasado. Este país es mejor y esta Europa también lo es, pese a que está absorta en un problema de seguridad.


En la última crisis, de la mano del neoliberalismo, los derechos laborales y sindicales han sido recortados. ¿Cree que la economía funcionará mejor con la actual regulación?

La sociedad, indiscutiblemente, no va a funcionar mejor, porque se basa en una lógica de convivencia, cuyo eje es el reparto equilibrado de la riqueza. Pero es que la economía está basada en el consumo, que a su vez está relacionado con las condiciones de trabajo y el salario. Con la lógica neoliberal ni la economía ni el consumo funcionan adecuadamente.


Pero de esta crisis sí ha salido un principio puesto en duda por esa doctrina: que subir los salarios es muy sano para la economía.

Es muy importante que la patronal española reconozca que subir el salario mínimo no es un delito de lesa Hacienda Pública; al contrario, impulsa el consumo y va en beneficio de la actividad. Al respecto, está penetrando en España algo que el presidente Obama tiene muy claro. Me refiero a cuando dice que la mayoría de los ciudadanos de Norteamérica viven de su nómina y no de la evolución de los mercados financieros. Esto quiere decir que se ha ido avanzado en la importancia que deben tener los salarios. Reivindico la nómina como elemento de redistribución de la riqueza.


La corrupción dentro de su central ha sido uno de los momentos más amargos para Cándido Méndez. ¿Cómo puede evitarse en el futuro?

Esa fue una situación muy dura, con incidencia en los últimos tres años. En UGT no ha habido nadie, pero nadie, que haya mantenido el cargo estando imputado. Otras organizaciones no han hecho eso. Y ha habido en mi caso una ofensiva mediática descomunal en función de la magnitud de lo ocurrido. La parte más dolorosa ha sido, no obstante, la de José Ángel Fernández Villa, líder carismático del SOMA asturiano. Una de las lecciones que he aprendido es que los personajes carismáticos no son ninguna garantía en sí mismos, y que no se puede tener confianza ciega en nadie.


¿Volverán las centrales a recuperar el poder de antes de la crisis, cuando eran buscadas por los presidentes de Gobierno para reunirse con ellas?

La ofensiva contra los sindicatos viene de lejos. Pero la realidad ha sido muy tozuda y ahí siguen. Se nos ha dejado en un papel secundario, se nos ha acusado de ser parte de la casta.... Y no es así, los trabajadores nos siguen reconociendo y hay un escenario donde son insustituibles: el convenio colectivo. Y el convenio es el ámbito donde se produce la distribución primaria de la riqueza. Eso se percibe cada día más. Ahora, el PP nos ha llamado para negociar el plan de empleo juvenil –en 2012 nos recibió primero Merkel que Rajoy- y también reconoce nuestro papel el candidato a la investidura o Podemos.


¿Se atrevería a dar algún tipo de consejo a su sucesor?

Por mi experiencia, debe venir dotado de una buena dosis de humildad. No voy a hablar de candidatos, pero sí quiero aclarar algo. En su día dije que el nuevo líder debería tener de 45 a 55 años y experiencia, entre otras cosas. Yo combinaba capacidad y experiencia, pero en referencia a toda una cohorte generacional, no a personas, como algunos interpretaron. Quise ser justo con mi organización, ya que no son solo los sexagenarios los que tienen capacidad y experiencia; y no solo hombres, sino también mujeres. Y así mismo, los hay por debajo de 45 años probablemente con menos experiencia, pero con capacidad.


¿Qué opción prefiere en las actuales negociaciones para la investidura de presidente del Gobierno?

Ante todo, he destacar que hay 15 millones de ciudadanos que han votado cambio, e incluyo a Ciudadanos en ello. Son más del doble de los que han votado al PP. Por ello, creo que hay que ir a un gobierno de cambio. La experiencia de otros países nos indica que en este tipo de situaciones hay que ir paso a paso. Primero, la investidura, para luego gobernar con unos y con otros. Dado que hay que hablar de reformas, un gobierno transversal del cambio proporcionaría más estabilidad.

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