Envases de bioplástico inteligentes

?Aitiip Centro Tecnológico ha coordinado un proyecto de investigación
europeo que supone una revolución en este sector.

Berta Gonzalvo, coordinadora del proyecto europeo, con los prototipos de bioplástico en la sede de Aitiip Centro Tecnológico de Zaragoza.
Berta Gonzalvo, coordinadora del proyecto europeo, con los prototipos de bioplástico en la sede de Aitiip Centro Tecnológico de Zaragoza.
F. Simón

Se imagina que en lugar de tener que abrir una bandeja de alimentación para saber si el producto está en buen estado fuera un sensor de oxígeno integrado en el envase el que le diese esa información cambiando de color? ¿O que pudiese controlar toda la cadena de distribución a través de un móvil o una simple tablet mediante una app? ¿O que los envases cosméticos llevasen incorporados etiquetas biodegradables con efecto antimicrobiano?


Son solo tres ejemplos del campo que se abre en el ámbito de los envases de bioplástico y en el que está detrás el proyecto europeo de investigación y desarrollo Dibbiopack, que ha coordinado durante cuatro años Aitiip Centro Tecnológico de Zaragoza, cuyos resultados serán presentados el miércoles en la capital aragonesa. En él han participado 19 socios (centros de investigación, empresas pequeñas y grandes con capacidad de I+D, otras entidades y las firmas Nutreco, Help y Cosmetic como usuarios finales) de 10 nacionalidades, con un presupuesto de 7,8 millones (el 80% aportado por la Comisión Europea y el resto, por cada una de las entidades participantes).


El objetivo principal del mismo era el desarrollo de envases multifuncionales activos e inteligentes de material bioplástico (biobasado, compostable y biodegradable) para los tres sectores más relevantes en lo que al uso de envases se refiere: el alimentario, el cosmético y el farmacéutico. Lo logrado supone toda una revolución en el ámbito de los envases de bioplástico –en este caso rígido–. Unos envases que además de mejorar la conservación de los productos ofrecen una valiosa información sobre su estado.


El proyecto ha permitido formular y fabricar films biobasados y biodegradables con propiedades barrera mejoradas o antimicrobianas y prototipos de botellas para uso farmacéutico y envases cosméticos con etiquetas biodegradables con efecto antimicrobiano y bandejas de uso alimentario para productos preparados con sensor de oxígeno, entre los principales resultados. Para la creación de los tarros para la cosmética y las bandejas se utilizó el moldeo por inyección y para las botellas de uso farmacéutico, el de extrusión-soplado.

Fabricados en Aragón

"Los prototipos para farmacéutica y cosmética están fabricados aquí. Se han hecho cientos de unidades iguales en preseries para validar el producto", señala Berta Gonzalvo, coordinadora del proyecto Dibbiopack y responsable de I+D de Aitiip.


La idea del proyecto partió de este centro tecnológico aragonés. "Empezó en marzo de 2012 y termina este febrero. Nos llevó más de seis meses encontrar a todos los socios necesarios para que todo fuera redondo. Incluso tenemos un centro de reciclado y recuperado de materiales", indica Gonzalvo, quien hace hincapié en que investigar en bioplásticos es clave para la industria europea. Tal y como afirma, una vez validado que el concepto es viable, se necesita otro programa para que los envases se puedan comercializar y lleguen al consumidor. "Tenemos que estar preparados a nivel de conocimiento y de prototipos para que cuando explote en el mercado el consumo de bioplásticos se puedan introducir envases con estas materias y esta tecnología", destaca.

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