Mucho mejor incluso de lo que se esperaba. Es el balance final de la vendimia de la Denominación de Origen Cariñena, que comenzó la campaña, allá por finales de septiembre, con unas previsiones de cosecha que rozaban los 92,5 millones de kilos de uva, lo que suponía un incremento del 10% respecto a la conseguida el año anterior. Ha ido, sin embargo, mucho mejor. Según el balance final de vendimia, la denominación más grande y más antigua de Aragón ha superado los 109 millones de kilos de uva, con lo que incrementa en un 28% los 85,2 millones cosechados en 2014. La cifra, como señaló ayer el presidente del consejo regulador, Antonio Ubide, pone además un broche de oro al ciclo de continuo crecimiento que ha mantenido la D. O. en los últimos cinco años, en los que la producción ha crecido un 55,2% al pasar de los 70.3 millones de kilos recogidos en 2011 a los casi 109 logrados en la campaña de este año. De la producción total, 98,5 millones son de uva tinta, que representan el 90,4% de la producción total, en la que la variedad predominante es la garnacha, con 34,2 millones de kilos.

El clima ha sido el gran aliado de la denominación. A pesar de que la ola de calor durante el mes de julio hizo temer la buena evolución de la cosecha, finalmente la condiciones climáticas fueron las mejores y más adecuadas para el cultivo. Hubo tormentas en verano que propiciaron la existencia de masa vegetativa, por lo que se produjo una maduración muy completa de las uvas.

Las temperaturas también acompañaron durante la vendimia con un tiempo fresco y seco por las noches y con calor por el día. "Se ha conseguido la cuadratura del círculo, la maduración ha sido muy acompasada, el estado sanitario de las uvas ha sido perfecto y sin incidencias y hemos vivido, sin duda, una de las vendimias más tranquilas", insistió Ubide. Por eso, destacó el presidente de la D. O., el éxito de la vendimia no lo es solo por la cantidad de uva recogida sino también su alto nivel de calidad, que mantiene así la trayectoria seguida durante este quinquenio, en el que las añadas de Cariñena han logrado la calificación oficial de muy buena e, incluso como sucedió en 2010 y 2011, de excelente.

En el mercado

Los primeros Vinos de las Piedras de Cariñena de esta cosecha ya están en el mercado, y aunque será a comienzos de 2016 cuando estarán disponibles la mayoría de los tintos jóvenes, ya se pueden adquirir los primeros caldos obtenidos con las variedades blancas de esta cosecha.

Mientras llegan esas ventas, Cariñena hace ya balance de la comercialización de 2015. Ubide señaló que aunque todavía queda por computar el mes de diciembre, uno de los periodos de mayores transacciones comerciales, la denominación espera cerrar el ejercicio con 53 millones de botellas vendidas, lo que supone un incremento del 14% respecto a las cifras del año anterior. "Es cierto que nuestra previsión era crecer un 20%, pero considero que el porcentaje conseguido es una buena cifra. Estamos satisfechos", explicó el presidente de la D. O., que desde el pasado año ha apostado por situar sus producciones en mercados de alta gama y mayor poder adquisitivo. "Aunque era arriesgado, en general todas las bodegas están cumpliendo este objetivo", matizó Ubide.

Dado que la demanda interna, hacia donde se dirige entre un 25% y un 30% de los vinos de Cariñena, se mantiene prácticamente estancada, son los mercados exteriores los que están abanderando el crecimiento de las ventas de esta denominación de origen. Y entre ellos cobra especial protagonismo Estados Unidos y Canadá, "que han sabido salir de la crisis antes que los demás y muestran un consumo al alza", señaló Ubide, que recordó que la D. O. trabaja con el objetivo de vender en estos dos países 4,5 millones de botellas en dos años.