Diez países de la UE intentan resucitar la tasa Tobin para aprobarla a mediados de 2016

El impuesto a las transacciones financieras vuelve a la agenda del Ecofin, que inicia el debate sobre la creación del fondo único de garantía de depósitos.

La agenda del Ecofin, el órgano que reúne a los ministros de Finanzas de la Unión Europea, estaba bien servida. Muchos temas y todos, de enorme calado. No era el día de las grandes decisiones, pero sí de dejar su impronta. Así fue, por ejemplo, en lo referido a la popularmente mal llamada tasa Tobin, el impuesto a las transacciones financieras. Es el eterno proyecto. Ya nadie cree a los políticos, que en primavera de 2014, a las puertas de las elecciones europeas, aseguraron que ya estaba casi cerrado.


Finalmente, todo quedó en palabras. Pero ayer volvieron a la carga y juran y perjuran que esta será la buena. Diez países, entre ellos España, alcanzaron un "acuerdo político" para que a mediados de 2016 se llegue finalmente a un acuerdo. En otras palabras, acordaron acordar. Suena paradójico, pero es así.


"Sé que hay bastante escepticismo pero no es una cuestión sencilla. Si quieren saber mi opinión, soy relativamente optimista y creo que va a salir adelante después de este acuerdo político", recalcó el ministro español, Luis de Guindos, quien se felicitó de que todas las líneas rojas impuestas por España se han respetado –que no se penalizará la deuda soberana, por ejemplo–.


Junto a España están Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia. Estonia, finalmente, se ha separado del proyecto. No está, lógicamente, el Reino Unido, cuyo titular de Finanzas, George Osborne, advirtió de que si ellos se ven afectados de una u otra forma (la City es su seña de identidad) "nos tendremos que ver en los tribunales".


Otro de los grandes temas de la agenda era la unión bancaria. Por dos vertientes. De un lado, acordaron constituir un ‘backstop’ provisional (red de seguridad) para completar el Mecanismo Único de Resolución (MUR), el segundo pilar de este gran proyecto. Lo que se decidió es que cada Estado abra una línea de crédito vinculada a su compartimento del fondo de resolución que pueda ser utilizada en casos excepcionales.


Con el mecanismo de supervisión y el MUR ya en marcha (ambos en manos del BCE), solo queda el tercer y más complejo pilar de la unión bancaria: la creación de un fondo único de garantía de depósitos (es decir, que esos 100.000 euros garantizados por cuenta y entidad tengan sello europeo y no español). No será fácil porque ayer, en el inicio de las conversaciones, el ministro alemán, Wolfgang Schauble, advirtió de que antes de dar un paso de estas características será necesario que los países reduzcan sus riesgos macroeconómicos, como los excesivos endeudamientos.


Evolución de la economía

El Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona, por otro lado, aumentó un 0,3% en el tercer trimestre del año con respecto a los tres meses anteriores y un 0,4% en el conjunto de la Unión Europea, según el cálculo revisado que publicó ayer la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. En comparación con el mismo trimestre del año anterior, el PIB del conjunto de los países de la zona del euro creció el 1,5%, mientras que el del conjunto de la UE aumentó el 1,9%. Esas tasas de evolución de la economía europea reflejan una evolución estable, sin desaceleraciones ni aceleraciones, ya que las cifras del tercer trimestre han sido idénticas a las registradas en el segundo.
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