Luis Ayala: "Haría falta un impuesto sobre el capital más fuerte con carácter supranacional"

El catedrático de Economía Pública de la Universidad Rey Juan Carlos critica que el gasto social en España está por debajo de la UE y de su nivel de renta como país.

El catedrático Luis Ayala,  en el ciclo de conferencias 'Miradas a la desigualdad' que organizan la Cátedra Ernest Lluch e Ibercaja.
El catedrático Luis Ayala, en el ciclo de conferencias 'Miradas a la desigualdad' que organizan la Cátedra Ernest Lluch e Ibercaja.
G. Mestre

- España es de los países de la UE donde más crece la desigualdad. ¿Cómo puede corregirse?

- Es muy difícil. Pero para empezar, no tenemos articulado un buen impuesto sobre el capital. Piketty, en su libro ‘El capital en el siglo XXI’, dice que el problema radica en su distribución. Al estar el capital muy concentrado, su rendimiento crece a un ritmo más alto que el resto de rentas de una economía con lo cual es muy difícil que no crezca la desigualdad y él plantea como única solución un impuesto sobre el capital más fuerte. Lo que haría falta sería un impuesto sobre el capital con carácter supranacional.


- ¿No se podría haber incluido este impuesto en una reforma fiscal más ambiciosa?

- Es verdad que nuestro sistema ha ido gravando lo que es más fácilmente gravable, los salarios y el consumo, con lo cual tenemos un impuesto sobre la renta que es justo en términos relativos, pero que cada vez recae más sobre las rentas del trabajo y por otro lado, casi todos los países priman los impuestos indirectos o sobre el consumo, regresivos, porque los paga igual el que tiene más renta que el que tiene menos.


- ¿Qué impuestos favorecen más la corrección de la desigualdad?

- Según los estudios realizados, lo que más redistribuye la renta en España son las pensiones, luego el impuesto sobre la renta o IRPF y luego los gastos en Educación y Sanidad. Es verdad que tenemos problemas estructurales en el sistema de pensiones y que se ha tocado lo que se podía tocar, pero a lo mejor un sistema de cotizaciones mas redistributivo que el actual, que hiciera pagar más cotizaciones a los salarios más altos, podía ayudar a las sostenibilidad del sistema.


- ¿Qué haría para evitar el aumento de los trabajadores pobres?

- Sí, es triste que el 90% de los contratos que ser firman en España sean todos temporales. Hay algunos países anglosajones con mercados de trabajo muy desregulados que han puesto en marcha los ‘inworks benefits’ o subsidios que complementan los salarios más bajos. Algunos estudios revelan que apoyar así los salarios de mujeres reduciría considerablemente la pobreza de hogares con niños. Además, no tenemos prestaciones universales por hijo. Solo hay siete países en la UE de 27 que no las tienen y seis de ellos, incluida España, son los que sufren mayor tasa de pobreza.


- ¿Y no habría que elevar el Salario Mínimo Interprofesional y la protección a los desempleados?

- Sí, ayudaría, porque en España el Salario Mínimo Interprofesional es bastante más bajo que en otros países, pero lo primordial es gastar más. En gasto social estamos muy por debajo de la UE y de lo que nos correspondería por renta per cápita. En la prestación de desempleo, habría que poner orden porque tenemos un sistema de subsidios muy complejo, que se ha ido parcheando durante la crisis: primero fue el plan ‘Prodi’ de 420 euros, después el ‘Prepara’, más restrictivo, y ahora el complemento de activación, lo que prueba que algo falla.


- ¿Qué habría que hacer para mejorar esa renta básica?

- Habría que replantearse esta red última de protección. Está fallando porque tiene muchos agujeros. Las rentas mínimas para empezar son competencia de las Comunidades y son injustas porque algunas están mejor dotadas que otras. Tendrían que armonizarse mejor con el subsidio de desempleo. Debería haber una mejor articulación para que no haya tantas desigualdades entre regiones dependiendo del tipo de desempleado que eres o la comunidad en que resides.


- ¿Qué es lo más urgente?

- España tiene que gastar más en protección social. Tenemos niveles de desigualdad y pobreza cercanos a países con renta per capita mucho menor. En la UE, por encima, en desigualdad, solo tenemos a Bulgaria y Rumanía y por detrás, a Lituania. Hay tres vértices básicos para combatir la desigualdad: mejor coordinación de las prestaciones por desempleo, un refuerzo de rentas mínimas autonómicas con aportación del Gobierno central y mejora de las prestaciones familiares.


- Además, la desigualdad amenaza el crecimiento. Lo ha dicho recientemente el Banco Mundial.

- Está corroborado por la evidencia empírica. Hemos visto que niveles muy altos y prolongados de desigualdad hacen menos eficiente a un país y generan graves problemas de cohesión social y merma del sistema democrático. Por ejemplo, la primavera árabe tenía un sustento de desesperación por la prolongación de estructuras antidemocráticas, pero había también hastío por la desigualdad que crecía sin parar.


- ¿Con más movilización social se atajaría antes la desigualdad?

- Es sangrante ver esas remuneraciones hiperbólicas de los directivos. En Suiza hubo un referéndum para ver si se fijaba una distancia máxima entre el salario más alto de una empresa y el más bajo. Combatir la desigualdad sin hacer política es muy difícil, pero sin movilización social, imposible.

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