Magna negocia instalar una planta en Pedrola
La auxiliar pujó por comprar una planta de Delphi en Épila hace dieciocho años.
La compañía austriaco canadiense Magna, la que protagonizó en 2009 el intento de compra de Opel, está negociando desde hace un par de meses su posible ubicación en el polígono El Pradillo de Pedrola, desde donde bastantes auxiliares sirven en línea piezas a General Motors. Esta factoría zaragozana atraviesa un buen momento ya que espera lanzar dos nuevos modelos en 2017 -el sucesor del C3 Picasso y el nuevo Meriva-, que se sumarían al Mokka y al Corsa. Esta circunstancia sirve de imán para atraer nuevas inversiones. Aunque la adquisición de terrenos aún no está firmada, al parecer ha habido varias conversaciones con Magna durante tres meses, las últimas antes de las fiestas del Pilar, para acotar los detalles de un proyecto cuya inversión inicial podría rondar los 30 millones y que, de confirmarse, supondría la creación de unos 150 puestos de trabajo en una primera fase, unos empleos que podrían llegar a triplicarse si las expectativas que tiene la compañía se cumplen y si el mercado acompaña.
Fuentes conocedoras del sector indicaron que GM habría adjudicado a Magna algunos de los componentes de la nueva generación del Corsa, la que saldrá en 2018. Esta auxiliar también tendría asignaciones de piezas para los nuevos modelos de PSA Peugeot Citroën, es decir, los dos fabricantes que mantienen desde 2012 una alianza para compartir plataformas y también la central de compra de piezas. Estas adjudicaciones, junto con todas las inversiones anunciadas para España, que tiene plantas de los fabricantes de coches más importantes del mundo, parece que habrían favorecido la apuesta de Magna por Zaragoza como punto neurálgico desde el que atender a todos sus clientes, entre los que también está Ford.
