La construcción vuelve a crear empleo pero el sector ve aún lejos la recuperación

El 'ladrillo' está consiguiendo generar 370 nuevos empleos mensuales en lo que va de año tras caer desde 2007.

El año pasado registró una subida en los créditos hipotecarios.
El año pasado registró una subida en los créditos hipotecarios.
Oliver Duch

Fue uno de los símbolos por antonomasia de la crisis económica. La parálisis del 'ladrillo' dejó tras de sí multitud de promociones a medio acabar, solares en los que se pretendía construir vacíos y, sobre todo, miles de parados en un sector que no dejó de engordar de forma constante durante más de una década.



El estallido de la burbuja inmobiliaria fue el causante de la destrucción de cuatro de cada diez puestos de trabajo desaparecidos a causa de la recesión en Aragón. Una caída libre que, si bien le ha costado tocar fondo, parece que por fin empieza a invertir la tendencia.


Durante el primer semestre de 2015 la construcción ha conseguido sumarse tibiamente a la creación de empleo cosechada en la Comunidad aportando 370 nuevos puestos de trabajo cada mes. Unas cifras positivas pero aún discretas que dejan unos datos globales de 31.627 afiliados a la Seguridad Social en el sector a finales de junio y más de 12.600 autónomos, infinítamente lejanas a las 75.000 personas a las que el ladrillo daba empleo allá por comienzos de 2008, pero que llaman la atención por haber acumulado todo un semestre en positivo.


La ligera recuperación de las reformas y según señalan desde el sector, el aumento de la licitación que llegó de la mano de la carrera electoral de los primeros meses del año, han servido como primer punto de amarre para dejar atrás el descalabro, aunque la actividad siga a años luz de distancia de la época del 'boom' de las nuevas viviendas.


No en vano, en lo que se refiere a obra nueva, el panorama no acaba de despegar en Aragón. Mientras el año pasado a nivel nacional la tendencia de descenso en el número de visados de obra nueva ya viró hacia el crecimiento tras caer durante más de siete años, en Aragón el panorama para los promotores siguió siendo anodino.


Apenas 297 obras residenciales recibieron los visados en la Comunidad durante 2014, y de ellas, solo 46 correspondían a bloques de pisos, siendo el resto unifamiliares. Para hacerse una idea, esta cifra supone un el dato más escaso de la última década y media, y apenas una décima parte de los visados que se producían en 2007 (2.720), cuando en un solo mes se tramitaban más permisos que en todo el año pasado.


"El panorama aún está bastante lejos de poder hablar de recuperación" señala tajante José Luis Roca, presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón (CEAC), que achaca el ligero crecimiento de los puestos de trabajo al contagio del aumento del consumo y la ligera mejoría de las reformas.Eficiencia energética y reformas, las nuevas patas del sector


Con todo, el marco general parece indicar que el comienzo de 2015 ha llegado con un poco más de alegría para la construcción. Durante los primeros cuatro meses del año (últimos datos de Fomento), los promotores han obtenido los visados para la construcción de 693 viviendas -entre bloques y unifamiliares-, más del doble que las 257 que se dieron en los mismos meses del año pasado en Aragón.


Por su parte, las reformas siguieron creciendo como ya lo comenzaron a hacer en 2014, consolidando este campo junto con el de las mejoras en eficiencia energética como uno de las patas en las que volver a generar empleo.


"Las mejoras en materia de eficiencia energética es un campo que tiene posibilidades, que duda cabe, pero también es verdad que es difícil, por no decir imposible, encontrar una comunidad de vecinos que ahora mismo vaya a invertir dinero en una mejora así, y más si no hay posibilidades de préstamos, créditos o ayudas importantes", explica Roca.


De hecho, el campo de la eficiencia energética -muy comentado en campaña por los partidos políticos como posible nicho de empleo de la construcción- parece que tampoco acaba de convencer a las instituciones una vez que se pone en negro sobre blanco el coste que puede acarrear tener a posteriori un menor gasto energético.


Tal fue el caso de la decisión tomada por Zaragoza en Común poco después de llegar a la alcaldía. El nuevo Gobierno municipal se encontró sobre la mesa con una licitación en materia energética aprobada por el anterior pleno semanas antes de las elecciones que comprometía un gasto solo en el primer año de más de seis millones de euros para comenzar a poner a punto varios edificios municipales. Una licitación que fue cancelada por los nuevos responsables del ayuntamiento, que el pasado viernes también anunciaban su intención de desestimar dos operaciones de recalificación urbanística que sumarían más de 6.000 viviendas entre Puerto Venecia y la Urbanización Torres de San Lamberto.


En concreto, en Puerto Venecia los promotores proponían cambiar el uso productivo por residencial de 66.000 metros cuadrados para levantar 5.666 viviendas nuevas, expediente que podría ser frenado por una moratoria a nuevos desarrollos urbanísticos, para centrar el gasto en la ciudad y los barrios ya consolidados.

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