​La CE y el BCE dicen falta más consolidación para corregir déficit español

Confía en salir del procedimiento por déficit excesivo en 2016 con el 2,8% exigido por la UE.

La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) afirmaron que unas mejores condiciones macroeconómicas en España por sí solas no serán suficientes para corregir el déficit excesivo hasta 2016, por lo que apuntaron a que el país tendrá que acometer "medidas de consolidación adicionales".


En su informe de la tercera misión de supervisión posterior al programa de asistencia financiera a la banca en dificultados que se publicó este jueves, la CE y el BCE consideraron que el Gobierno español "se queda sin tiempo para reformar los servicios profesionales en la actual legislatura".


La CE ha reiterado en múltiples ocasiones que España debe acabar las reformas en curso, completar otras e impulsar ya algunas aún pendientes consideradas clave, como la de los servicios profesionales, y que aún no ha sido sometida al Congreso.


"No adoptar el anteproyecto de ley sobre servicios y colegios profesionales en la actual legislatura sería una oportunidad perdida para hacer frente los obstáculos restantes al acceso al ejercicio de profesiones reguladas en España", señalan la CE y el BCE en su informe de 40 páginas.


Ambas instituciones critican la "incertidumbre sobre si las autopistas de peaje insolventes serán asumidas por una entidad pública" en el rescate.


En el plano de las políticas españolas encaminadas a eliminar los desequilibrios macroeconómicos, la CE y el BCE lamentan de nuevo la falta de ambición de la reforma fiscal y apuntan a algunas mejoras necesarias en una serie de medidas.

Piden también un esfuerzo adicional a nivel regional y local especialmente para reducir aún más los periodos de pagos de las facturas comerciales, y consideran que la estructura de los incentivos aplicados a las diferentes formas de contratación "permanece compleja y más aún, persisten dudas sobre su eficacia real".


La CE y el BCE sostienen asimismo que las nuevas medidas para reforzar y modernizar los servicios públicos de empleo "van en la buena dirección", pero añaden que "el progreso es lento".


También consideran que la Garantía Juvenil aún afronta "algunos retos de implementación", pues llegar a beneficiarios potenciales sigue siendo un desafío como demuestran los datos de registro.


El Ejecutivo comunitario y la entidad monetaria de la eurozona señalan asimismo que los gobiernos regionales deben impulsar la implementación de la ley de garantía de la unidad de mercado.


Ambas instituciones ven además todavía relativamente "engorroso" iniciar un negocio en España, pese a algún progreso reciente en este sentido.


En el plano de las finanzas públicas, la CE y el BCE afirman en su informe que "unas mejores condiciones macroeconómicas por sí mismas probablemente no serán suficientes para una corrección pronta y duradera del déficit excesivo hasta 2016", fecha límite para que España sitúe el déficit por debajo del 3 % del PIB, y que por ende "se necesitarán medidas de consolidación adicionales".


España mantiene el objetivo de reducción del déficit para este año en el 4,2 % de PIB frente al 4,5 % que augura la CE, y confía en salir del procedimiento por déficit excesivo en 2016 con el 2,8 % exigido por sus socios europeos, en contra del 3,5 % que proyecta Bruselas, pero el Gobierno español considera que un mayor crecimiento podrá compensar el desvío identificado.


La corrección de los desequilibrios y mantener al mismo tiempo un PIB "sano" y crear empleos "sigue siendo un reto político considerable", destacan la CE y el BCE.


El proceso de ajuste "está avanzando pero la vulnerabilidad ante choques permanece grande" ya que variables como la deuda acumulada, la posición neta de inversión internacional negativa y el muy elevado desempleo solo responden lentamente a un giro como en el flujo neto de crédito, señalan.


En cuanto a la reestructuración de la banca que ha recibido ayudas bajo el programa, del que España aún debe devolver 38.200 millones de euros a sus socios de la eurozona, la CE y el BCE alaban generalmente el proceso.

También destacan en el informe el reto que, afirman, supone la privatización de las entidades aún bajo control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).