El fabricante de vehículos estadounidense General Motors (GM) ha asegurado este miércoles que reducirá en gran medida sus ventas en Rusia, de donde sacará la marca Opel y restringirá los modelos de Chevrolet que comercializa en ese país.

El presidente de GM, Dan Ammann, justificó la decisión en un comunicado al señalar que el mercado ruso presenta "perspectivas a largo plazo muy problemáticas" y que la medida "evita inversiones significativas" en el país.

La reducción de su presencia en Rusia le costará a GM unos 600 millones de dólares, en concepto de incentivos de ventas, reestructuración de concesionarios, cancelaciones de contratos e indemnizaciones, que se incluirán en su mayoría en los resultados del primer trimestre del año.

La decisión supone que, para mediados de este año, GM dejará de producir vehículos en la planta que tiene en San Petersburgo y que Chevrolet cancelará el contrato que tiene con el fabricante local GAZ para montar vehículos de la marca.

El plan de GM para Rusia es vender a partir de ahora automóviles de su marca de lujo, Cadillac, así como los modelos más deportivos de Chevrolet, como el Camaro y el Corvette.

El fabricante estadounidense también mantendrá la empresa conjunta GM-AVTOVAZ para producir y comercializar el modelo Chevrolet NIVA.

El consejero delegado del Grupo Opel, Karl-Thomas Neumann, explicó que "hemos tenido que llevar a cabo una actuación decisiva en Rusia para proteger nuestro negocio".

"Confirmamos nuestras perspectivas de volver a la rentabilidad en Europa en 2016 y mantener nuestros objetivos a largo plazo", agregó Newmann.

Entre esos objetivos se encuentran una cuota de mercado en Europa del 8 % para 2022 y un margen de rentabilidad del 5 %.